Los desacuerdos entre sindicatos de la Guardia Urbana de Badalona pone en el punto de mira la vigilancia de uno de los edificios municipales: la Torre Codina.

Desde hace más de 20 años, el agente que se encarga de la supervisión de la finca también reside en ella. Por la masía han pasado ya tres agentes y todos han vivido en el edificio hasta el momento de su jubilación. Actualmente, en el edificio vive desde 2015 la misma persona acompañada, además, de su familia.

EL PSU PIDE OTROS USOS

Desde la Plataforma Sindical Unitaria (PSU) explican a Metrópoli que "evidentemente, la vigilancia de edificios municipales la hacemos nosotros, pero en turnos rotativos de ocho horas". El PSU denuncia el hecho de que el edificio no tenga ningún uso actual, "cuando se podría utilizar para algo más provechoso para la ciudad: servicios sociales, un albergue, un comedor social... no para que viva un funcionario público".

La Torre Codina fue adquirida por el consistorio en el año 2003 por 1.800.000 euros como solución a un proyecto externo que despertó la indignación del vecindario: convertirla en un prostíbulo de lujo. Ante esto, el Ayuntamiento compró la masía, pero hasta ahora no se ha realizado ninguna propuesta para aprovechar el patrimonio local. El consistorio tampoco ha contestado a este medio las dudas sobre los posibles proyectos para la infraestructura.

Un vehículo policial de la Guardia Urbana de Badalona / GUARDIA URBANA DE BADALONA

EVITAR 'OKUPACIONES'

Fuentes municipales y el sindicato SIP-FEPOL de Badalona señalan a este medio que el objetivo inicial de asignar un guardia para vigilar la masía las 24 horas era evitar okupaciones y otro tipo de actos vandálicos. A partir de aquí, se continuó con el mismo procedimiento, aunque desde el sindicato PSU recalcan que ahora "hay numerosas opciones mejores".

"A veces se le ha dado un uso policial y se han hecho formaciones, aunque a día de hoy ya no", señala Raúl Pérez, el Secretario General de la sección sindical, que está de acuerdo con que el edificio tenga otros usos, pero no ve nada raro en la vigilancia ininterrumpida actual.

"NADIE SE HA QUEJADO"

Por otra parte, Pérez no entiende el revuelo en torno a este asunto: "Se decidió así en su día y nadie se ha quejado nunca". El Secretario General admite que el resto de edificios municipales, como el Ayuntamiento, se vigilan con distintos agentes por turnos rotativos, pero a la pregunta de por qué en el caso de la Torre Codina no se actúa así, responde que "ha sido una decisión de jefatura y del gobierno municipal".

Otra justificación que Pérez esgrime es que la Guardia Urbana de Badalona se encuentra bajo mínimos: "Tendríamos que ser, por ratio, cerca de 320 efectivos y somos 230. Para la vigilancia de la Torre Codina se necesitarían tres agentes que no podemos permitirnos".

PARTE DEL TECHO SE DERRUMBÓ EN 2016

La masía histórica, protegida como Bien Cultural de Interés Local, data del siglo XIV y se ubica en la carretera de Canyet, en la parte alta del barrio. Con los años, se ha reformado varias veces, pero la actuación de la administración pública empezó y terminó con la compra del edificio.

Desde entonces, la masía se ha degradado tanto que en 2016 una parte del techo se derrumbó. Dos años más tarde, el consistorio invirtió 126.000 euros en la reparación, pero no hubo ninguna novedad en cuanto al destino de la edificación.

Operarios reparando la Torre Codina en 2018 / AYUNTAMIENTO DE BADALONA

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