Son muchos los ciudadanos de Barcelona y del Área Metropolitana a los que cada día les inunda la preocupación al salir de casa porque no saben que se van a encontrar cuando vuelvan a su domicilio. Y es que no en vano hemos visto como prácticamente la mitad de las okupaciones ilegales producidas en toda España en los últimos meses se han realizado en Cataluña, siendo Barcelona y su entorno más próximo quien lidera el ranking.
Muchos se preguntan el motivo por el cual tantas okupaciones se realizan en Barcelona. Y es que en nuestro entorno metropolitano concurren dos motivos que son un gran reclamo para el okupa.
Por un lado, un Govern de la Generalitat que con sus decretos prioriza la patada en la puerta del okupa a quienes pacientemente están en las listas de espera para acceder a una vivienda. Flaco favor se está realizando al mercado de viviendas en alquiler, ya que los pisos pasan de estar en alquiler a estar en venta, provocando una menor oferta por el miedo de los pequeños propietarios y particulares a la okupación ilegal.
En segundo lugar, y no menos importante, la alcaldesa imputada de Barcelona, la señora Colau, hace todo lo posible por fomentar y defender la okupación provocando conflictos de convivencia y centenares de quejas de los pacientes vecinos que tienen que soportar las consecuencias de una Barcelona cada día más dejada y abandonada.
Lamentablemente, Barcelona pierde mientras que la alcaldesa sigue sin hacer su trabajo. No sólo hemos dejado escapar importantes inversiones para la ciudad que hubieran generado muchísimos puestos de trabajo, sino que se espanta a cualquier nuevo proyecto de calidad.
Otra Barcelona es posible. Una Barcelona segura y limpia donde los vecinos recuperen el orgullo de vivir aquí. Necesitamos un gobierno municipal que no tolere la okupación, y que se preocupe realmente de solucionar los problemas.