Después de los 10 días del Primavera Sound que han despertado tantas quejas e indignación entre diferentes plataformas y asociaciones de vecinos, llega una más. El Parc de la Pau, donde se ha celebrado el festival, se ha quedado sin césped.
La gran aglomeración de asistentes ha hecho que el suelo haya quedado "arrasado", según unos vecinos. "Ni un rastro del césped y todo el espacio destruido solo con generar dinero a costa de alquilar un espacio público", han denunciado.
SUCIEDAD
Además de la pérdida de zonas verdes a consecuencia del Primavera Sound, el vecindario de la zona también denuncia los escenarios "asquerosos" derivados del incivismo de los mismos asistentes. "Gente orinando en la calle o vomitando", ponen de ejemplo los residentes. "Y no solo eso. El último día, los puestos de comida lo tiran todo al suelo. Aparecen fideos chinos esparcidos, botellas de alcohol, aceite de los fritos...".
Una vecina explica que ocho días después de que el festival terminase, "el entorno estaba lleno de ratas y gaviotas que se peleaban por la comida". Un "espectáculo" que los servicios de limpieza tardaron en recoger.
HASTA EL 2027
Lejos de trasladar el macroevento a otra ciudad como Madrid, como se venía rumoreando, el Primavera ha anunciado que ha llegado a un pacto con el Ayuntamiento de Barcelona para asegurar la continuidad del certamen hasta el 2027.
La presión, sin embargo, ha existido, desde el momento en el que el Primavera Sound decidió explotar también una edición en Madrid, de cara al próximo año, en 2023, en Arganda del Rey, a 26 kilómetros de la capital española. La idea era –y se mantiene—conservar los dos festivales. Del 1 al 3 de junio de 2023 se celebraría en Barcelona, y del 8 al 10 de junio en Arganda del Rey.
SANT ADRIÀ SE DEFIENDE
Parte de esta zona tan degradada del Fòrum pertoca a los habitantes de Sant Adrià de Besòs, municipio que la alcaldesa Filo Cañete ha salido a defender en contra de las acusaciones de Gabi Ruiz, codirector del festival. Ruiz achacaba las aglomeraciones a que el Ayuntamiento de Sant Adrià "en el último momento" había denegado el permiso para un aforo de 30.000 personas, lo que sobrecargó la zona del Fòrum de Barcelona.
Cañete ha asegurado que "en ningún momento" el consistorio había permitido uno de 30.000 y que, para ediciones futuras, "no pensamos incrementarlo, sino en todo caso disminuirlo". La alcaldesa declara que "es más fácil ir contra una ciudad de 37.000 habitantes que contra Barcelona".