El mar a unos pocos metros. La potencia de la ciudad al lado. Y delante bandas de música de diferentes estilos, con un ambiente envidiable. ¿Es imbatible?

Los organizadores del Primavera Sound quieren seguir en Barcelona. Sus organizadores, con el codirector Gabi Ruiz a la cabeza, han firmado con el Ayuntamiento seguir en la ciudad hasta, por lo menos, 2027. Y con un solo fin de semana, como sucedía antes de la pandemia y como ha defendido el equipo municipal, tanto los comunes como el PSC. Con ello, el Primavera Sound se ata a Barcelona, aunque ponga en marcha también una edición en Arganda del Rey (Comunidad de Madrid). Los números los quiso exhibir el propio Ruiz: medio millón de asistentes, con un impacto de 349 millones de euros, “el evento con más repercusión económica en la ciudad después del Mobile World Congress”.  

TRABAJAR CON BARCELONA, SANT ADRIÀ Y EL PUERTO

En el primer fin de semana se registraron un total de 200.000 personas, mientras que en el segundo han sido unas 240.000, con una media de 80.000 personas al día, excepto el primer jueves, cuando asistieron unas 66.000. ¿El público? Asistentes de 139 países.  

¿Cancelaciones de última hora, como el concierto de The Strokes, Bikini Kill o Tainy? El Primavera Sound le quita trascendencia, al cifrar en un 3% esas anulaciones de un total de 678 actuaciones.

Asistentes en el Primavera Sound durante la primera noche del festival, donde hubo muchos problemas / EUROPA PRESS - David Zorrakino

Los dos codirectores, Alfonso Laza y Gabi Ruiz, expresaron en la tarde de este sábado su satisfacción por una edición que engarza con la de 2019, la anterior a la pandemia y que augura nuevos éxitos en los próximos años. Entonces, ¿cuál era el problema con el Ayuntamiento? Los organizadores señalan que no es una cuestión económica, y que se trata de establecer una mejor comunicación y un trabajo más trabado entre los ayuntamientos de Barcelona y de Sant Adrià –al lado del Fòrum—y el Puerto de Barcelona. Se pedía una semana más para organizar “técnicamente” todo el festival y tratar de prevenir los fallos que, finalmente, se produjeron los primeros días en la prestación de servicios, desde lavabos a la conexión de las tarjetas de crédito.

NERVIOS EN LAS NEGOCIACIONES

Pero nervios, distancias políticas y resquemor sí han existido. El Primavera Sound tendrá a partir de 2023 una edición también en la Comunidad de Madrid, en Arganda del Rey. Y se mantendrá la de Barcelona, por lo menos hasta 2027. Gabi Ruiz incidió, en el balance del festival, que las instalaciones en Madrid serán más generosas, y que espera organizar el evento “hasta que no nos quieran comprar entradas”. Eso explica, a juicio del equipo municipal del Ayuntamiento de Barcelona que sí existía una operación crematística, y que en las negociaciones “aparecieron los nervios”.

El codirector del Primavera Sound, Gabi Ruiz, con una imagen de archivo del festival / MA

El concejal de Cultura, Jordi Martí, de los comunes, que ha afeado estos días las distintas interpretaciones que surgen del interior del Primavera Sound en función de sus interlocutores, ha justificado las exigencias de la ciudad: “Barcelona es una ciudad muy exigente, porque ofrece mucho”, ha señalado, para marcar territorio, en la misma línea que ha expresado también estos días el concejal de Turismo, Xavier Marcé, del PSC. “Los festivales son importantísimos, y el Primavera uno de los que más, pero nunca más importantes que la ciudad. Y por eso se exige que se hagan con las mejores condiciones”.

El acuerdo ha llegado, porque las diferencias no eran insalvables. Pero el consistorio ha visto un “exceso de gesticulación” que, a su juicio, no iba en la buena dirección.

Pese a decir que “Barcelona no quiere al Primavera Sound”, en palabras de Gabi Ruiz, el festival se ata a la ciudad, con el mar a un lado y el entorno urbano detrás, una oferta que ha llegado a atraer a asistentes de 139 nacionalidades.

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