El nuevo carril bici de la rotonda de Sant Adrià, un "punto negro" de accidentes

Las obras del carril bici que atraviesa la rotonda del arco de Sant Adrià de Besòs hacia la rambla de Guipúscoa, en Barcelona, llevan días provocando el caos circulatorio. Las señales no acaban de calar en los conductores, que aseguran a Metrópoli tener "miedo" cuando circulan por la zona.

"La rotonda ya era un punto negro, pero ahora es peor", comentan fuentes cercanas al gobierno, que no dan crédito al mal diseño de la zona de paso en la que confluyen diversas calles: la avenida de Pi i Margall desde Sant Adrià, la calle Balmes desde la Verneda, la de Margarida Xirgu que viene del tanatorio del Litoral y, finalmente, la rambla de Guipúscoa. ¿Quién la ha diseñado? La regidora de Urbanismo, Ruth Soto, y el técnico de infraestructuras, José Antonio Arrabal, según fuentes cercanas al Ejecutivo local.

UNA ISLETA PELIGROSA

Uno de los elementos que más miedo provoca es la isleta colocada en la entrada de la rotonda desde Sant Adrià. Se supone que separa el nuevo carril bici del de circulación de vehículos, pero ya son varias las personas que se han accidentado por ella, al menos una decena hasta el día de hoy, según las mismas fuentes: "El problema es que como no hay daños personales, no se realizan actas de la policía. Se hace el parte amistoso y así no se sacan estadísticas sobre el mal diseño de la rotonda".

"Está fatal hecho" o "pasé el otro día y casi me la como" son algunos de los comentarios de los conductores habituales de la zona a este digital.

OLVIDAN EL PASO DE PEATONES

Las críticas se extienden a las calles peatonales de los extremos. "Mucho paseo central para bicis y para el jardincillo, pero es imposible ir por las aceras tanto si eres peatón como un ciclista con niños pequeños desde Sant Adrià centro hasta la vía Trajana", expresan indignados algunos vecinos. 

Lo cierto es que los pasos aparecen totalmente abandonados e incluso con hierbajos creciendo sin descontrol.

SEÑALES CONTRADICTORIAS

Otro factor que indigna a los conductores es la contradicción de las señales de tráfico, especialmente al principio de Guipúscoa. Antes se podía hacer un cambio de sentido en una pequeña rotonda para quienes quisiesen regresar a Sant Adrià. Durante unos días, en ese mismo punto, se encontraban tres señales: prohibido girar a la izquierda y prohibido realizar un cambio de sentido. La tercera: indicación de rotonda. Algo que confundía a los vehículos, que no sabían con exactitud cómo maniobrar.

Finalmente, la señal de rotonda fue retirada, pero esto trajo consecuencias negativas: "Después de quejarnos, quitan la única que estaba bien, así que ahora para regresar a Sant Adrià desde Guipúzcoa, hay que ir casi hasta la rambla Prim", denuncian los vecinos.