Cataluña se ha convertido en los últimos años en un territorio productor de marihuana. Su buen clima, buenas infraestructuras y cercanía con Francia y el resto de Europa la convierte en una zona atractiva para los traficantes de la hoja verde. Las plantas se cultivan en pisos, locales y naves industriales gracias a las conexiones ilegales a la luz que permiten acceder a una gran cantidad de energía de manera fraudulenta. Endesa detecta los fraudes y los comunica a la policía. En el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) es llamativo el caso de Ripollet, que lidera una singular clasificación que refleja la electricidad defraudada vinculada con plantaciones de marihuana.
El municipio de 39.139 habitantes duplicó en 2021 la electricidad fantasma detectada en la ciudad de Barcelona. Así lo muestran los datos de la multinacional eléctrica facilitados a Metrópoli. La compañía abrió en Ripollet ocho expedientes el año pasado. Cada expediente correponde a una plantación de marihuana, según confirman desde la eléctrica. Los traficantes defraudaron 4,12 gwh (4,12 millones de kilovatios) para mantener estas ocho plantaciones. En Barcelona, los 28 expedientes abiertos representaron un fraude de 2,45 gwh.
662 PLANTACIONES EN CATALUÑA
Un portavoz de Endesa descarta relacionar de manera directa la cantidad de energía defraudada con el número de plantas cultivadas. Los Mossos d'Esquadra evitan pronunciarse sobre el caso particular de Ripollet y hacen referencia al balance anual sobre las plantaciones. En 2021, la policía catalana desmanteló 662, detuvo a 2.000 personas por tráfico de drogas y detectó un aumento del 26% de las mafias dedicadas a la maría. En total decomisaron 8,90 toneladas de sustancia.
Lo que sí parece seguro a tenor de los datos consultados es que Ripollet ocupó el año pasado un lugar destacado en el cultivo de cannabis. El fraude detectado en los municipios vecinos es irrisorio comparado con el de ciudad metropolitana. En Cerdanyola del Vallès, los pinchazos de luz de una plantación representaron 0,03 gwh, en Barberà del Vallès los 3 expedientes reflejaron un fraude de 0,76 gwh y en Montcada 0,40 gwh. En la comarca del Vallès Occidental solo Sabadell iguala la cantidad de fraude detectado (4,13 gwh). Otras localidades como Rubí (2,74 gwh), Terrassa (2,51 gwh) y Polinyà (2,44 gwh) se aproximan a la energía robada de la red de distribución registrada en Ripollet.
EL DOBLE DE PLANTACIONES EN CUATRO AÑOS
El aumento del tráfico de marihuana parece imparable en Cataluña y el resto de España. Así lo alertaba Endesa esta semana en un extenso comunicado. Los casos de fraude eléctrico en plantaciones se han duplicado en los últimos cuatro años en Catalunya. En 2021, la empresa cerró 684 expedientes de fraude vinculados a este tipo de plantaciones, lo que "muestra un problema creciente en muchas localidades", ya que, según la compañía, afecta a la seguridad de los vecinos, la calidad del suministro y la convivencia ciudadana.
La multinacional eléctrica recuerda el riesgo que conlleva la manipulación de la instalación eléctrica y los "riesgos para la salud de la personas" que realizan los pinchazos. "Pueden provocar incendios, electrocuciones y descargas eléctricas", señala José Manuel Revuelta, director general de Infraestructura y Redes de Endesa. También tiene un efecto en la factura eléctrica del conjunto de los consumidores.
EL CONSUMO DE LUZ DE PALMA DE MALLORCA
Durante 2021 Endesa detectó en Cataluña 23.000 casos de conexiones irregulares, con un consumo de 434 millones de kWh, mientras que el número de expedientes por fraude eléctrico ha aumentado un 58% comparado con 2016. Desde Endesa apuntan que "la magnitud del problema es mucho mayor" y que sus estimaciones indican que en España el consumo eléctrico de las plantaciones de marihuana sería de 1,5 TWh, el equivalente al consumo de Palma (Illes Balears) durante un año.