Desastre en el campo del RCD Espanyol en Cornellà. El estadio, que el pasado viernes acogió el encuentro amistoso entre las selecciones de Marruecos y de Chile, pudo haber terminado en desastre después de que la afición marroquí asaltara el campo.
Aficionados de la selección árabe comenzaron altercados frente a las puertas del estadio hasta que finalmente, consiguieron colarse en masa en el recinto. Durante el transcurso del partido, según puede apreciarse en vídeos publicados en redes sociales, fueron varios los espontáneos que obligaron a parar el encuentro tras saltar al campo para abrazar a los jugadores del país vecino.
AGRESIÓN A VIGILANTES
Muchos de ellos consiguieron zafarse del dispositivo de seguridad privada desplegado en el campo, claramente insuficiente para contener a la afición, cada vez más envalentonada que llegó incluso a agredir a los vigilantes.
Tras varios escenarios similares, el partido fue finalmente suspendido y los jugadores se retiraron mientras el campo se convirtió en un lugar de asalto donde la seguridad no daba para mantener el orden. A las afueras del estadio, otros aficionados vandalizaban las puertas intentando romperlas para poder entrar.
Desde el sindicato de seguridad privada ADN denuncian la falta de efectivos de seguridad privada durante la jornada del partido, así como también que no hubiera Mossos desplegados para prestar apoyo por la zona ante una situación totalmente fuera de control. Algunos de los aficionados de la selección marroquí han denunciado el comportamiento de la propia afición a través de sus redes sociales.
Los representantes de los trabajadores también aseguran que tras el encuentro se han reportado varias bajas por ansiedad y lesiones entre los integrantes del dispositivo de seguridad, que se vieron en todo momento sobrepasados.
Finalmente, los Mossos d'Esquadra envió una dotación de agentes de la BRIMO, lo que enseguida ocasionó la dispersión de los aficionados sin necesidad, relata el cuerpo policial, de realizar cargas disuasorias.