Todo se juega en Barcelona, la política de la ciudad, pero también la de Cataluña. Ese es el mensaje del primer secretario del PSC, Salvador Illa, que ha ensalzado la figura de Jaume Collboni como alcaldable socialista. Un cambio en el Ayuntamiento es esencial, a su juicio, para lo que pueda llegar después en la Generalitat. Lo que está en juego es que “Barcelona deje de estar enrocada y ayude a poner Catalunya en marcha”.
Con esa premisa se ha dirigido Illa a los consejeros nacionales del PSC, en un cónclave, celebrado en Viladecans, que ha servido como pistoletazo de salida para las elecciones municipales, con todos los candidatos metropolitanos. Lo que representa Collboni, según Illa, es el comienzo de una nueva etapa que deje atrás los modelos de Ada Colau, como líder de los comunes, y del candidato de JxCat, Xavier Trias, que quieren “volver al pasado”.
Collboni también ha participado en el consejo nacional del PSC. Tras abandonar su cargo, como primer teniente de alcalde, Collboni se ha centrado en la campaña electoral y ha preparado una agenda en la que no faltan citas diarias con entidades y visitas a los diferentes barrios.
En un momento de gran distanciamiento con los comunes de Colau, Collboni ha señalado que una de las carencias importantes de la izquierda alternativa es que no ha trabajado conjuntamente con los alcaldes metropolitanos. “En estos ocho años, y respecto al conjunto de los municipios metropolitanos, no ha practicado la fraternidad”, ha señalado Collboni, que ha ido más allá, al proclamar que Colau “ha convertido Barcelona en una superilla de dogmatismo, sectarismo y aislamiento”.
BLOQUEAR AL PSC
El alcaldable del PSC, sabedor de que deberá elevar el tono para marcar la carrera electoral, ha señalado que tanto Colau como Trias lo que pretenden es aislar al PSC, y que con las críticas que se cruzan lo que intentan es retroalimentarse en perjuicio de los socialistas. “Pactan bloquear al partido que más crece y que tiene todas las de ganar en las elecciones, que es el PSC”, ha remachado.
Ese tono se ha incrementado respecto a la decisión de Colau de romper las relaciones de Barcelona con la ciudad israelí de Tel-Aviv. El distanciamiento, ahora, de Collboni con Colau es grande, pese a que ha gobernado con ella en el último mandato, y el resto de concejales socialistas lo sigue haciendo.