Protección, auxilio y escape. Es lo que necesitan las mujeres que han experimentado en algún momento de sus vidas abuso o violencia doméstica. Esta lacra sigue latente en la sociedad y, en Barcelona y sus alrededores, cada vez existen más centros y organizaciones que recurren a una ayuda extra para proteger a las víctimas: adiestran perros para no solo defender a sus dueñas, sino también para apoyarlas emocionalmente y brindarles estabilidad.
WorkingDog Solution es una empresa afincada en Caldes de Montbui, en el Vallés Oriental, que compra perros o cría sus propias camadas con este fin: "Se los proporcionamos a cuerpos policiales, al ejército y también a mujeres víctimas de violencia de género", explica Xavier Lafuerza, el dueño de la sociedad, a Metrópoli. Todo el entrenamiento corre a su cargo y las mujeres, como particulares, acuden al centro para obtener un can que les sirva de terapia.
PERROS SOCIABLES
Xavier insiste en desterrar del imaginario colectivo el "mito", como él dice, de que este tipo de perros de defensa son animales agresivos: "Al contrario, son perros muy sociables. Tienen que poder estar sin problemas con niños y familias".
El adiestramiento tiene como objetivo prepararlos para obedecer una orden, en este caso de la mujer víctima, o reaccionar ante una agresión: "Aquí en España no pueden morder. Van siempre con un bozal recubierto de acero y primero ladran. Si su dueña sufre un ataque, el perro se abalanzará sobre el agresor y le asestará un fuerte golpe que lo inmovilizará el tiempo suficiente para que la mujer pida auxilio o escape", detalla Xavier, que también es entrenador titulado y lleva más de una década en este mundo.
EJÉRCITO Y POLICÍAS
En el centro de Caldes se han realizado, junto con agentes de algunas policías locales del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), diversos cursos de defensa personal y formaciones enfocadas a víctimas de la violencia machista desde la apertura del espacio, a principios de este mismo año.
Xavier asegura que su intención ahora es dividir el centro: "Por una parte adiestraremos a los perros que suministremos a la policía o a los militares. Por el otro, tendremos la escuela para un nivel más particular". Pastores alemanes, belgas malinois y holandeses, especialmente, "aunque esto no quiere decir que un perro de otra raza no tenga las aptitudes que buscamos".
REGULARIZACIÓN
La ley ampara esta labor social hasta cierto punto. Estos perros son considerados animales de asistencia y están reconocidos como tales por la legislación española, concretamente por la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Según esta ley, los perros de protección de víctimas de violencia de género deben estar identificados y registrados en el Registro de Animales de Compañía de la comunidad autónoma correspondiente, además de contar con un seguro de responsabilidad civil y estar vacunados y desparasitados.
La compra, en cambio, de los perros y todo su entrenamiento no está subvencionado. "Queremos que los políticos nos apoyen y que se regularice. Es un proceso que se puede alargar meses en el tiempo y que tiene que ir acompañado de un asistente social y de la ayuda psicológica pertinente", aclara Xavier.
"ALIADOS INDISPENSABLES"
Los perros de protección de víctimas de violencia de género son una herramienta "muy valiosa" en la lucha contra la violencia de género. Su presencia no solo brinda apoyo psicológico y emocional, reduciendo los niveles de estrés de las víctimas, sino que también contribuye a la prevención y protección frente al agresor y colabora en la llamada de socorro ante una situación de amenaza o de peligro.
El factor tiempo ante una agresión es "esencial": el perro de protección juega un papel importante de disuasión y bloqueo en estas situaciones de agresión. Con su entrenamiento específico y su lealtad incondicional, estos animales se convierten en un aliado indispensable para muchas personas que necesitan ayuda para superar una situación traumática.