El conflicto laboral entre el Servei d'Atenció, Recuperació i Acollida (SARA) --que atiende a víctimas de violencia machista-- y el Ayuntamiento de Barcelona hace años que perdura. Los profesionales denuncian que la falta de profesionales y la sobrecarga de trabajo es insostenible, por eso llevan tiempo presionando al gobierno municipal para que reaccione dada la situación de precariedad del servicio. A través de un comunicado de la CGT, critican que durante los últimos meses, el consistorio ha hecho públicas nuevas medidas para la atención a mujeres que sufren situaciones de agresiones, pero que aún desconocen el impacto que tendrá en la labor que se realiza desde el SARA. Lamentan, pues, que su servicio sufre una sobrecarga asistencial estructural que afecta a la calidad de la atención que reciben las usuarias atendidas.

El Ayuntamiento municipalizó el servicio en 2016 con una gran inversión. Desde entonces, se ha estancado. "Mientras ha ido creciendo la demanda de mujeres con necesidad de ser atendidas, los recursos destinados al personal no han aumentado, por lo que hemos llegado a un punto que es insostenible", denuncia un miembro del SARA a Metrópoli. Se trata de un problema "endémico" que se ha ido arrastrando desde hace siete años y los trabajadores se han plantado.

PARALIZACIÓN DEL SERVICIO

Tras una convocatoria de huelga para este jueves 23 de febrero que amenazaba con la paralización de uno de los servicios municipales más esenciales, el consistorio se apresuró a reunirse in extremis con el comité del SARA para negociar las condiciones. Un acuerdo de mínimos que llega siete años tarde y que las trabajadoras describen como “mejorable".  

Trabajadoras del SARA en una protesta en enero contra la Comissió de Drets Socials / TWITTER

ASISTENCIA PRECARIZADA

Según explica un representante del SARA a este digital, la principal reivindicación es el refuerzo del número de profesionales. La falta de plantilla aboca a un aumento de la sobrecarga de trabajo, que se suma a un colapso personal, ya que las trabajadoras se enfrentan a situaciones delicadas debido al gran componente emocional que esta tarea conlleva. De hecho, se han detectado afectaciones sobre la salud mental de las empleadas, como estrésansiedad. Como consecuencia, la plantilla se ve afectada y decide coger la baja, una problemática que provoca la asistencia a las víctimas por violencia machista sea muy precaria.

Para hacer frente a la falta de trabajadores, desde el SARA pedían un refuerzo de 10 profesionales. Sin embargo, el Ayuntamiento solo ha ofrecido cinco, que se mantendrán hasta que finalicen las obras de un nuevo centro del servicio en el Eixample. Esto supone un incremento del 10% de la plantilla, algo que desde el SARA aceptan a regañadientes porque solo les sirve "para salir del paso".

FALTA DE PLAZAS DE ACOGIDA

Fuentes del servicio explican a Metrópoli que, además de las afectaciones por la falta de profesionales, hay una falta de plazas de acogida. Desde el SARA se activan pisos de acogida de emergencia para las mujeres que atraviesan una situación de riesgo muy alto. En estos pisos de acogida hay un servicio de seguimiento de 24 horas que realizan profesionales que se encuentran in situ. Sin embargo, esta falta de plazas genera que muchas mujeres y sus familias se vean obligadas a ir a una pensión. "Esto supone un problema porque no podemos hacer un acompañamiento real a las víctimas", lamenta el representante del servicio, porque "somos nosotros quienes lo tenemos que hacer y no llegamos a todo, es imposible". 

A este problema, el Ayuntamiento solo se ha comprometido a "reformular el servicio" y a hacer "un estudio de futuro", según detallan fuentes del consistorio a este medio. Desde el SARA mantienen la esperanza de que esto se cumpla, aunque aseguran que el gobierno municipal no les ha dado "garantías". De hecho, el representante del servicio recuerda que en negociaciones anteriores, muchas de las propuestas firmadas no se han cumplido y pone como ejemplo el aumento de las ratios, acuerdo que se firmó en marzo de 2021 y que se sigue incumpliendo. "Se acercan las elecciones municipales", deja caer el miembro del SARA, que da a entender que esta negociación con el servicio da una buena imagen en precampaña.

SARA EIXAMPLE

El Ayuntamiento de Barcelona, junto con la Generalitat de Catalunya, presentaron en octubre de 2022 el Acord Marc 2022-2023 de colaboración institucional y financiación para el despliegue de políticas de atención a las mujeres, de promoción de la igualdad y para la erradicación de las violencias machistas y todas las discriminaciones. Con la firma del acuerdo, la Generalitat se comprometió a destinar un total de 11.040.440 euros al consistorio que se dividieron en dos partidas: 6,3 millones de euros por políticas de migraciones, acogida y vida digna compartida; 4,7 millones por la atención a las mujeres víctimas de violencias machistas.

El actual SARA ubicado en Nou Barris / AJUNTAMENT

De estos cuatro millones, dos se destinaron a financiar el nuevo equipamiento del SARA en el Eixample, con la previsión de que entre en funcionamiento a finales de 2023. El objetivo de este nuevo centro es, no solo ofrecer el servicio de atención a víctimas de violencia machista de alto riesgo, sino también ofrecer una atención personalizada a mujeres que han sufrido violencia sexual, algo que los trabajadores critican que es "imposible si no destinan más recursos y más personal". "Si en el centro SARA actual no podemos ofrecer una atención de calidad, en el nuevo centro del Eixample será inviable si, además, tenemos que atender a víctimas de otro tipo de violencia", concluye el representante.

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