Desarticulan un grupo de trata que explotaba a mujeres en Sabadell: llegaron engañadas de Colombia
Las víctimas estaban encerradas en una vivienda y debían "estar disponibles las 24 horas por si aparecía algún cliente"
27 marzo, 2023 11:04Noticias relacionadas
La Policía Nacional desarticula un grupo de trata que explotaba a mujeres en Sabadell. Según ha explicado el cuerpo, se trata de una organización criminal que engañó a chicas de Colombia para venir a España: les prometieron un trabajo y apariencia de turistas, ya que les facilitaron billetes, reservas de hoteles y recursos.
Los agentes liberaron a siete víctimas, identificaron hasta 13 víctimas potenciales más y detuvieron a cinco personas --dos de las cuales han ingresado en prisión provisional--, a las que también se les imputan delitos relacionados con el blanqueo de capitales y contra la salud pública.
EN SERVICIO DESDE SU LLEGADA
Los detenidos presuntamente las ponían en servicio desde el "mismo momento" de su llegada, tras retirarles el teléfono móvil y el pasaporte y trasladarlas al prostíbulo. Eran ellos mismos los que actuaban a modo de call center ofreciendo sus servicios a los clientes.
Los agentes realizaron dos entradas y registros en inmuebles de Sabadell el lunes 6 de marzo, en los que incautaron libretas de contabilidad, agendas telefónicas, material informático, dinero en metálico y drogas diversas, principalmente cocaína, metanfetamina y marihuana.
"FERREO CONTROL"
La vivienda en la que residían hacinadas en Sabadell estaba equipada con cámaras de seguridad y ellas debían "estar disponibles las 24 horas, dormir arregladas por si aparecía algún cliente". Además, estaban obligadas a pedir permiso para salir, algo que únicamente podían hacer en grupos de dos y por zonas cercanas al lugar.
Así, eran "sometidas a un férreo control" y recibían sanciones económicas si no cumplían con lo exigido o mantenían relaciones sexuales fuera de la organización.
AGRESIONES
Los clientes las agredían si no satisfacían sus deseos y las mujeres también estaban obligadas a consumir drogas y a ejercer la prostitución incluso estando enfermas.
El empleo ficticio que les habían ofertado consistía en trabajar como cocineras durante 12 horas al día con un sueldo aproximado de 33 euros por jornada, donde se incluiría alojamiento y comida, unas "condiciones laborales aparentemente aceptables, dada su situación de origen".