Jordi de la Fuente, el neonazi de Vox que ya polemiza en Sant Adrià y colocado en la Diputació
El concejal ha aterrizado en el municipio pendiente de juicio por un ataque xenófobo y ya ha protagonizado una primera polémica en el consistorio
21 julio, 2023 23:20Noticias relacionadas
"Somos solo dos, pero seremos la voz de los que hasta ahora no la han tenido". Con estas palabras pronunciadas en el primer pleno municipal del mandato iniciaron los concejales electos de Vox en Sant Adrià de Besòs su andadura política. Antonio Balboa representa a la formación desde el pasado 28 de mayo en una ciudad donde los de Santiago Abascal no habían tenido nunca hueco. Sobre quién tomaría las riendas del partido en Sant Adrià se discutió a niveles internos: en un principio la cara visible tenía que ser Pedro Ardanuy, pero su pasado oscuro, con un ingreso en prisión y antecedentes penales incluidos, disuadieron al grupo, que colocó a Balboa en su lugar.
Las encuestas y sondeos auguraban, como mínimo, la irrupción de Vox en una gran mayoría de municipios del Área Metropolitana de Barcelona (AMB). La duda era si los votos serían suficientes para aspirar a más de un representante. Finalmente, la formación obtuvo más de 1.000 votos en Sant Adrià y un 10% del apoyo. ¿Traducción? Dos concejales con silla en el Ayuntamiento de Filo Cañete. Pero, ¿quién es el segundo de a bordo? Su nombre ya ha aparecido en los medios de comunicación y su historial, también. Se trata de Jordi de la Fuente, un hombre vinculado a la extrema derecha, al negacionismo del Holocausto y a un ataque a un centro de menores del Masnou.
MILITANTE ULTRA
Jordi de la Fuente ya conoce el mundo de la política. En 2010 fue candidato a la presidencia de la Generalitat por el Movimiento Social Republicano (MSR), un partido neonazi que abraza el revisionismo histórico, es decir, que niega el Holocausto. Tras su disolución en 2018, el actual concejal en Sant Adrià formó parte de Plataforma per Catalunya (PxC). Una formación que también hizo aguas en el 2019, lo que lo llevó a incorporarse a las listas de Vox.
Como su compañero Ardanuy, De la Fuente tampoco se libra de un pasado delictivo: en 2009 fue acusado y detenido por pintar una sinagoga de Les Corts. También fue uno de los protagonistas de las protestas contra una mezquita de la calle Japón de Barcelona. Ahora, el de Vox deberá rendir cuentas ante la justicia: entre el 18 y el 22 de diciembre de este mismo año deberá defenderse en juicio de los dos años y dos meses de cárcel que la Fiscalía le pide por participar, presuntamente, en el ataque xenófobo a un centro de menores del Masnou, en el Maresme, en el año 2019. Según afirman varias voces, de la Fuente incitó, megáfono en mano, a un grupo que intentaba acceder a la instalación con las palabras "moros de mierda" o "vamos a quemar el albergue". Él, por su parte, siempre ha negado los hechos.
El concejal ostenta además un cargo todavía más importante en la actualidad: es el líder de Vox en la Diputación de Barcelona desde el pasado jueves. Los más de 120.000 votos del partido en la provincia de Barcelona en las elecciones municipales abrieron por primera vez la puerta del ente provincial a la ultraderecha. En su discurso en el pleno de constitución, de la Fuente celebró la derrota del independentismo, pero criticó que el PSC lo gobernase.
ATERRIZAJE EN SANT ADRIÀ
Fuentes del partido de Vox consultadas por Metrópoli aseguran que el recién diputado provincial ya tenía su sitio "reservado" en Sant Adrià desde antes del 28 de mayo: "Sabían que iban a sacar dos concejales y lo metieron ahí", dicen.
Sin embargo, su aterrizaje en la política local no ha sido del todo acogedor. A de la Fuente "no lo conoce nadie" en el pequeño municipio, han constatado a este medio algunas fuentes cercanas al consistorio: "En más de 30 años que llevo aquí, nunca lo he visto". Un escaso arraigo que genera una sombra de desconfianza hacia, como dirían algunos, el paracaidista.
PRIMERA POLÉMICA DE VOX
El traslado del número dos pasaba, tal vez, por alejarlo del foco mediático. Sin embargo, la formación de Abascal ya ha protagonizado la primera polémica en el Ayuntamiento de Sant Adrià con la instalación, pocas semanas después de la toma de posesión, de una bandera española con el logo de la formación en la ventana de su despacho, visible desde la calle. La exhibición del símbolo motivó que ERC los denunciase ante un juez que instó a la formación verde a retirarla inmediatamente.
En la resolución de la Junta Electoral, a la que ha tenido acceso este medio, se especifica que la denuncia se recibió el pasado 13 de julio y el mismo día se trasladó a Vox. "Todos los poderes públicos tienen que cumplir con el principio de neutralidad durante el periodo electoral", reza el documento. "De todos es conocido las consecuencias de no retirar una pancarta colgada en el balcón de la Generalitat durante una campaña". Con todo, no ha procedido ninguna sanción al partido, ya que el grupo manifestó que la bandera ya había sido retirada.
"CALLES RENDIDAS A LA DELINCUENCIA"
Antonio Balboa manifestó en el pasado pleno municipal que batallarían "a la izquierda y al separatismo que han convertido Sant Adrià en una ciudad insegura": "Las calles están rendidas a la delincuencia". Un discurso propio de Vox que centra sus acciones en la okupación: este mes de julio, de la Fuente y Balboa se grabaron en vídeo para denunciar el temor de los vecinos de la placeta Macià de Sant Joan Baptista ante unos, según de la Fuente, "nouvinguts", que han okupado un edificio del barrio.
En otra ocasión también publicaron una secuencia en la que un hombre rebuscaba en los contenedores de basura: "Imágenes como estas degradan a nuestro municipio", comentaron. No se olvidan de la inmigración: denunciaron que "un grupo de magrebíes" molestaban al vecindario en la calle Orient del barrio de La Mina con barbacoas y música.
"PARECEN PERDIDOS"
Por su parte, el resto de formaciones políticas del consistorio adrianense no ve a los dos concejales como una amenaza: "Por el momento no hacen mucho, suponemos también que por desconocimiento de la ciudad", han explicado algunos. "Utilizan todo lo que dicen sus adversarios y le dan la vuelta", comentan otros.