El medievo, esa época de la historia de la humanidad con la que hoy en día no se deja de fantasear. A pesar de las pésimas condiciones higiénicas de la época, la ausencia de tecnología y la servidumbre del feudalismo, muchos no podemos dejar de pensar --con cierta curiosidad-- en esa época de duelos, príncipes y princesas, de leyendas que nos acompañan hasta hoy en día. Lo mejor de esa fantasía es que, para llegar a ella, no hay irse muy lejos de Barcelona.
Y es que a algo menos de una hora en coche se encuentra un castillo que data del año 951 que tiene vistas privilegiadas y ofrece un viaje al pasado no solo por su buen estado de conservación, sino también por las visitas teatralizadas que se ofrecen y que enseñan de forma fidedigna cómo era la vida en la Catalunya de hace 1.070 años. La edificación actual data aproximadamente del 1.400 y se restauró en el siglo XIX . El castillo forma parte de la ruta de castillos de Cataluña con visita guiada.
UN LUGAR PRIVILEGIADO
Se trata del castillo de Balsareny y se encuentra a las afueras de Balsareny, a escasos kilómetros de Manresa. La fortaleza es una más que digna representación de lo que fue el estilo civil gótico catalán. Se declaró bien cultural de interés nacional en 1949. Y es que este castillo tiene una gran particularidad: su homogeneidad. Los castillos eran grandes edificaciones que se iban levantando con el paso de las décadas, por lo que a medida que avanzaba el tiempo se iban añadiendo modificaciones. Sin embargo el de Balsareny se planificó y construyó en una sola campaña, por lo que ofrece una regularidad muy poco común en fortificaciones de esta índole.
Teatralización en el castillo de Balsareny / CASTELL DE BALSARENY
Junto a él, se puede visitar también una ermita de estilo románico que data del s.XII. El castillo se levanta justo en lo alto de un montículo con unas vistas esplendorosas al interior catalán, al pueblo de Balsareny y al río Llobregat. Kilómetros de bosque y campos de cultivo se extienden hasta allá donde alcanzan la vista. ¿Quién sabe?, quizá es una vista similar a la que tenía hace mil años el señor de la fortaleza.
ESCAPADA DE FANTASÍA
Durante la Fiesta de los Traginers, la subida a la fortaleza se convierte en lugar de carreras de caballos, mulas, asnos y ponis.
Con todo, la visita al lugar es una -nunca mejor dicho- fantástica opción para el fin de semana y se presta para hacer un plan de día de ida y vuelta, una escapada de fin de semana o incluso unas cotas vacaciones haciendo parte de la ruta de los castillos de Catalunya.