¿Qué tendrán los pueblos antiguos? El encanto tallado en piedra que se desprende en las angostas calles de pequeñas localidades que recuerdan a tiempos pasados es uno de esos placeres que, sobre todo aquellos que viven en grandes ciudades, buscan cada vez que tienen la oportunidad. Quizá sea la sensación de paz que transmiten por su contacto con la naturaleza, quizá sea la historia viva detrás de cada edificio de siglos de antiguedad, pero a tiempo en coche desde Barcelona hay varios que, si eres de los que disfrutan un buen paseo, no te puedes perder.
De hecho, a algo más de una hora en coche, se encuentra un municipio que no solo ofrece un bonito paseo por sus calles, sino amplias rutas de senderismo, productos gastronómicos con denominación de origen, un mirador con grandes vistas y muchas cosas más. Se trata de Mura, un pequeño pueblo en la comarca del Bages que no llega a los 250 habitantes.
RECUERDOS MEDIEVALES
Con fuertes reminiscencias a tiempos medievales, pasear por Mura es hacer un viaje en el tiempo a la Catalunya de varias épocas. Un itinerario que comienza por su iglesia de Sant Martí y la Ermita de Sant Antoni, ambas de estilo románico, así como el castillo de la localidad, que data del año 1023.
El casco antiguo de la ciudad es algo posterior, con casas relacionadas con los oficios del pueblo, como son la casa del aceite y la ferretería y edificaciones como la Tina, que data del siglo XVIII.
Casa de l'Oli de Mura / CATALUNYA TURISME
SENDERISMO
En las afueras de la localidad, hay varias rutas de senderismo que se adentran en la plena naturaleza del interior catalán y que encuentran, entre sus paradas, varias pozas (gorgs), fuentes e incluso cuevas de cientos de metros de travesía (estas últimas se tienen que visitar con guía).
GASTRONOMÍA
Mura tiene, además, excelentes productos para enriquecer el paladar. Y es que ofrece algunos de los mejores aceites de toda Catalunya con denominación de origen, pero también una carne de excelente calidad, vino --tambbién con denominación de origen-- y garbanzos. Se trata de un lugar en el que disfrutar de la gastronomía catalana de montaña sobre el terreno.