Prosiguen las negociaciones en Roca entre la empresa y sindicatos para llegar a un acuerdo y llevar a cabo un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que terminará, en principio, con el empleo de 168 de los 700 trabajadores de sus históricas instalaciones en Gavà. La empresa ha puesto sobre la mesa un jugoso acuerdo para llevar a cabo este plan en la que todavía es el buque insignia de la compañía, la fábrica que levantó el imperio que hoy en día es la marca más icónica en el mobiliario de baño.
Apenas ha pasado un mes desde que la empresa, el pasado 7 de septiembre, comunicara de manera oficial que destruiría el 24% de los puestos de trabajo de sus instalaciones en el Área Metropolitana de Barcelona y se encontrara la oposición frontal por parte de sindicatos como CCOO o CGT. Dichos puestos se corresponden con, dentro de las instalaciones, las fábricas de mamparas, composite y complementos. La intención de la empresa por el momento es mantener activas las de grifería, porcelana y el almacén, según ha explicado a Metrópoli el portavoz de CGT en Roca, Toni Casado.
PLAN DE RENTAS
Por el momento, y a la espera de nuevos avances, sobre el tapete está un plan de rentas con un salario neto del 87% y una revalorización anual del 0,75% para trabajadores de 53 años o más. Además, por el momento se ha acordado que la adhesión sea completamente voluntaria, por lo que, si no se llegara al total de despidos, la empresa podría conformarse con un número inferior. Sin embargo, las negocicaciones no están cerradas y podrían haber variaciones en las condiciones finales de las salidas.
NEGOCIACIONES FLUIDAS
Preguntados por este medio, desde Roca confían "en poder mantener un diálogo constructivo y llegar a acuerdos favorables para todos los afectados, dada su disposición a negociar planes de prejubilación que permitan salidas no traumáticas para las unidades afectadas". Además, explican que "se han visto obligados a tomar esta medida por el paulatino descenso de las ventas en los últimos años, así como por la previsión negativa del mercado en el conjunto de la Eurozona".
Desde que iniciaron las negociaciones el 14 de septiembre, la actitud de la compañía está siendo "receptiva", explica el portavoz sindical. "No podemos parar el ERE, pero podemos hacer un ejercicio de responsabilidad. A pesar de que rechazamos y nos oponemos a la destrucción de empleos, hay que buscar minimizar sus efectos y obtener las mejores condiciones para las salidas". Con todo, desde el comité de empresa se acoge la propuesta con cierto halo de sospecha y escepticismo, pues "no sería la primera vez que Roca promete algo y a última hora hace cambios", reflexiona.
"Sabemos que Roca está invirtiendo fuera del Estado español, de hecho, la de Gavà es la última planta de producción que todavía está en funcionamiento y desde la empresa siempre se nos ha dicho que es por una cuestión sentimental, porque esta fue la primera fábrica, a partir de la cual se expandió el imperio que es hoy en día", lamenta.
ÚLTIMOS DETALLES
Más allá de la oferta económica, el comité de empresa y representantes de la compañía han acordado establecer un criterio de edad. Tanto si se sobrepasaran las 168 adhesiones como si no se llegara al número, irán primero los trabajadores más longevos. También se ha aceptado compensar entre fábricas, de manera que se podría adaptar el número de despidos en función del número de adhesiones en cada planta de producción.
Ambas partes de la negociación disponen hasta el próximo 1 de noviembre para perfilar los detalles. Pasado ese límite, la entidad deberá presentar toda la documentación necesaria para llevar a cabo el expediente. Por el momento se ha fijado una reunión semanal para continuar con una negociación con la que, por un lado, los sindicatos buscan la mejor salida para los trabajadores afectados. Por el otro, la empresa busca reducir el personal y el espacio ocupado de la que es su fábrica insignia, la primera que se levantó en España y la última que se mantiene activa --sin haber sufrido una reconversión-- desde que se fundó la empresa en 1917.
ESPAI ROCA
Preguntados por este digital acerca de qué ocurrirá con el espacio tras el cierre de las plantas, desde la compañía aseguran que "Roca Group seguirá con su actividad industrial en la planta y con los planes para consolidarla como un centro de referencia a nivel global, a la cabeza de la innovación tecnológica y la sostenibilidad en productos para el baño".
Fuentes sindicales, aunque coinciden con que no supondrá el fin de la actividad industrial, sí apuntan a que el espacio ganado pasará a integrar el Espai Roca, un proyecto urbanístico acordado entre la empresa y los ayuntamientos de Gavà y Viladecans en 2014 para levantar las nuevas oficinas centrales del grupo, así como las instalaciones de innovación, investigación y desarrollo. Además, este espacio permitirá la construcción de un parque residencial de unas 400 viviendas, 200 de las cuales serán de compraventa o alquiler social, así como la creación de nuevas zonas verdes.