Badalona, el reducto del cristianismo chino: el evangelicalismo resiste en un polígono industrial

El centro de culto no tiene un gran campanario ni tampoco vitrinas con coloridos diseños. No cuenta con arcos en la entrada ni tampoco está distribuida con galerías en forma de cruz, típico de las iglesias cristianas. Más bien al contrario: el espacio se camufla entre los vastos bazares del ya conocido como "Chinatown" de Badalona. Si uno no se fija dos veces, el punto de encuentro de los fieles se asemeja más a un almacén: no invita a la oración ni está envuelto en un aura religiosa. Sin embargo, en su interior se desarrolla actividad espiritual, tal y como reza el cartel instalado en la parte superior del edificio.

Se trata de uno de los locales de la Iglesia Cristiana China en España, concretamente de la rama evangélica profesada por la comunidad china de toda la península y también de la asentada en Badalona. Aunque no llama la atención, decenas de vecinos se congregan en el interior del espacio, donde un pastor o pastora organiza el oficio sagrado para unos asistentes, en su gran mayoría, jóvenes.

Congregación cristiana en China / ARCHIVO

LA COMUNIDAD CHINA EN BADALONA

Más de 4.000 ciudadanos chinos viven en Badalona, según el Instituto de Estadística de Catalunya (INE). Se trata de la tercera comunidad extranjera con mayor presencia en el municipio, por detrás de la pakistaní y la marroquí, por lo que no es de extrañar que necesite un lugar donde predicar su fe. Sin embargo, no se anuncian vistosamente ni llaman la atención. ¿El motivo? El cristianismo es una religión muy perseguida actualmente en China, por lo que la población asentada en Barcelona vive su espiritualidad en la más estricta intimidad. 

Actualmente, la Iglesia Cristiana China en España (ICCE) cuenta con cuatro sedes en Barcelona. Dos de ellas se encuentran en el Eixample y en Sants y las restantes en Santa Coloma de Gramenet y en la calle de Guifré de Badalona. "Adecentan los locales que buenamente pueden para llevar a cabo el oficio religioso". Son palabras de Abel, un pastor evangélico que estuvo desde el 2017 hasta este año trabajando con la comunidad china cristiana en el municipio colomense. El pastor afirma a Metrópoli que Santa Coloma cuenta con más fieles, pero Badalona no se queda atrás: cerca de un centenar de ciudadanos chinos conforman la fiel sociedad.

MUCHOS JÓVENES

Según Abel, el cristianismo en China es altamente perseguido: "Ahora la única iglesia evangélica es la del Estado, pero funciona como una propaganda". El resto de centros religiosos son "subterráneos": sitios ocultos en los que practicar la fe cristiana en la que predomina, eso sí, la rama protestante.

Sin embargo, a diferencia del catolicismo practicado en el territorio, donde la religión se relega cada vez más a una población anciana, la juventud prevalece en las comunidades evangélicas chinas. "La presencia de los creyentes en la iglesia está bastante compensada, pero vienen muchos jóvenes". Chicos y chicas, estas especialmente, que hablan castellano y se han integrado en Barcelona, la segunda generación de unos padres que emigraron de su país para hacerse un hueco en el mercado laboral. Un fenómeno que se explica porque la inmigración china no data de hace muchos años. En el año 1990, apenas había 387 chinos registrados en Catalunya, casi todos en Barcelona. Ahora ya superan los 220.000, pero una gran parte ha llegado recientemente y es diversa. Es, según datos del Ayuntamiento de Barcelona, la comunidad que aporta más estudiantes nuevos al sistema escolar de la ciudad. 

UN PASTOR

El acercamiento a esta comunidad es difícil. Algo que no sorprende: "Son muy tímidos y no quieren verse envueltos en polémicas", explica el pastor Abel, que añade una dificultad: la del idioma. "Haría falta un traductor porque el pastor solo habla chino".

Sin embargo, Metrópoli sí que ha podido ser testigo de la apertura de puertas del almacén donde se ubica la sede los domingos: la entrada da lugar a una enorme estancia con sillas alineadas orientadas hacia el atril donde se ubica el pastor. Los sábados, además, los más jóvenes aprovechan el recinto para organizar encuentros.

Un oficio religioso en China / ARCHIVO

EL "CHINATOWN" DE BADALONA

La Iglesia Cristiana China en Badalona ha echado raíces en la zona donde la presencia asiática es mayor: el Polígono Industrial Badalona Sur. Los comercios y grandes bazares chinos predominan en la zona y su actividad comercial es constante, por lo que una gran parte de la comunidad confluye en las oscuras e irregulares calles. 

El uso prácticamente industrial del polígono contribuye al aislamiento de la rama evangélica china que, tan solo unos metros más adelante, cuenta con un Centre de Unió Cultural Xina-Catalunya para fomentar las relaciones entre ambos países.