El líder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall / Alberto Paredes - Europa Press

El líder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall / Alberto Paredes - Europa Press

Gran Barcelona

La división interna de ERC en Barcelona aleja un posible acuerdo con Collboni

La candidatura ‘oficial’ de Eva Baró, apoyada por Junqueras, gana por los pelos a los ‘críticos’ de Patrícia Gomà al frente de la federación del partido a la espera de Ernest Maragall

21 octubre, 2023 14:37

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Oriol Junqueras tiene un problema en Barcelona, con un empate que obliga al consenso, pero con repercusiones para la dirección nacional de ERC. Las dos candidaturas que optaban a la presidencia de la federación de Esquerra en Barcelona han obtenido este viernes casi los mismos votos, aunque se ha impuesto Eva Baró, actual concejal del partido, por 354 sufragios frente a los 342 de la lista encabezada por Patrícia Gomà, que es la actual secretaria general de Educació de la Generalitat. Al no obtener ninguna de ellas más del 55% de los votos, los estatutos obligan a un diálogo de carácter integrador, aunque no oculta uno de los problemas de fondo: cómo alcanzar o no acuerdos con el PSC de Jaume Collboni.

Baró ha sido considerada como la candidata ‘oficial’ del partido, y ha contado con el apoyo de Oriol Junqueras y de ex socialistas vinculados en los últimos años con ERC, como el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena --que aspira a relevar a Ernest Maragall como candidato a la alcaldía-- o el diputado José Rodríguez, conocido como ‘Trinitro’. También ha contado con Fabián Mohedado. Y, junto con Elena, han estado al lado de Baró, al frente de la lista con el nombre de La Barcelona de totes, importantes referentes de Oriol Junqueras, como Raül Múrcia, conocido como ‘Muto’. Lo que han defendido es que la federación vaya en total consonancia con la dirección nacional de ERC, y no se cuestionen decisiones que la militancia ha visto con recelo como la entrada en el gobierno de la Diputación de Barcelona, bajo la presidencia de los socialistas.

LOS VETERANOS DE ERC

Delante estaba la candidatura Horitzó Barcelona, con Patrícia Gomà, que ha querido cuestionar algunas decisiones, como la de la Diputación de Barcelona. El objetivo es el de dotar a la federación de algo más de autonomía, para trazar estrategias en clave estrictamente barcelonesa. Al lado de Gomà ha estado un alto cuadro de la Generalitat desde los últimos veinte años, como es el caso de Oriol Amorós, secretario general de Derechos Sociales de la Generalitat y expresidente de la federación de Barcelona entre 2004 y 2011. Amorós optó a la candidatura a la alcaldía de Barcelona, frente a Alfred Bosch, que fue, finalmente, el candidato oficial, sustituido en el último momento por Ernest Maragall de cara a las elecciones municipales de 2019.

Ester Capella, Eva Baró y Elisenda Alamany durante unas fiestas de la Mercè, de izquierda a derecha

Ester Capella, Eva Baró y Elisenda Alamany durante unas fiestas de la Mercè, de izquierda a derecha

También ha figurado al lado de Gomà la actual consejera de Territorio, Ester Capella, que había aparecido como posible candidata a la alcaldía en mayo de 2023, aunque se decidió que siguiera Maragall. Se trata, en todo caso, de una candidatura más veterana, de militantes de siempre en Barcelona y que tuvieron, en su momento, a Jordi Portabella, exconcejal, como uno de sus referentes.

¿Supone una división total en ERC? Los conocedores de la situación interna del partido rechazan esa interpretación, pero sí se admite que se trata de concepciones distintas. La necesidad ahora de llegar a un consenso, de buscar una integración, podría paralizar futuras decisiones como la entrada en un gobierno municipal de Jaume Collboni, si los socialistas, finalmente, se inclinan por un tripartito junto a republicanos y los comunes de Ada Colau.

EL PSC ESPERA 

En todo caso supone un toque de atención importante para Oriol Junqueras, que ha visto cómo se le ha presentado una corriente crítica a partir de la federación de Barcelona. Junqueras, en los últimos años, ha dado más voz a antiguos socialistas, al entender que éstos conocen mejor las interioridades de las instituciones locales como el propio Ayuntamiento de Barcelona o la Diputación de Barcelona.

Esquerra experimenta, tras los últimos fracasos electorales, en distintas elecciones, ya sea autonómicas, locales o los comicios al Congreso, un cuestionamiento interno sobre lo que se ha hecho y se ha decidido. Y en Barcelona se ha plasmado en un empate, en la práctica, entre dos candidaturas.

Los socialistas, precisamente, basan su parálisis a la hora de elegir a un socio de gobierno en Barcelona, en esos cambios internos. Esperan que Esquerra Republicana tome un determinado rumbo, --con o sin Ernest Maragall al frente—y entienden que lo mismo deberá suceder en los comunes cuando se decida el gobierno de Pedro Sánchez en Madrid. Por ello, el equipo de Jaume Collboni prefiere esperar y gobernar, por ahora, en solitario.