Santa Coloma de Gramenet le ha visto las orejas al lobo. Literalmente. Un ejemplar de este mamífero fue visto en marzo de 2022 en la Serralada de Marina, la zona montañosa del municipio que comparte territorio con Badalona. Las imágenes se publicaron hace pocos días y la alerta se expandió entre una gran parte de la ciudadanía que asoció la presencia con peligro.
Sin embargo, el ayuntamiento de Santa Coloma se aleja de esta falsa sensación de inseguridad y celebra la aparición del depredador. Lo explica a Metrópoli el asesor de Medio Ambiente y Espacio Público, Tomàs Carrión: “Es una muy buena señal”, afirma el biólogo, que relaciona la presencia del carnívoro con el proceso de renaturalización que se lleva a cabo desde hace tiempo en el entorno colomense.
MÁS ANIMALES Y MÁS FAUNA
Carrión también es el director del proyecto de renaturalización del río Besòs en Santa Coloma y no tiene dudas: que un lobo se haya dejado ver en el municipio es un claro síntoma de que la intervención humana en la zona para “asalvajarla” de nuevo está funcionando. “Este es el gran secreto. Si después de esta intervención, la naturaleza es capaz de recuperar la biodiversidad por sí misma, habremos conseguido el equilibrio”, explica Carrión, que ahora lo ve más claro.
Antes del lobo vinieron las nutrias y hace pocas semanas también se vieron jabalís en la parte del río de Sant Adrià. Animales que parece que aterrizan de repente en la ribera, pero que son producto de un entorno cada vez más natural.
MUCHA “LEYENDA URBANA”
No se come a la gente ni acecha en los bosques a los despistados visitantes. El lobo avistado en Santa Coloma es macho, está solo y no permanece mucho tiempo en el mismo sitio. Lo expone Carrión: “Los lobos son individuos aislados y más exploradores que otra cosa. Este es un ejemplo de la dispersión de la especie por Catalunya”. El biólogo insiste: “Hay mucha leyenda urbana a su alrededor, pero se mueve por las zonas menos frecuentadas”.
Huye, por tanto, de la presencia humana y no es tan anormal verlo en espacios de entorno metropolitano: “Se mueve por territorios cercanos. Por nuestra serralada o la de Collserola, que también conectan con el Parc Natural del Montnegre i el Corredor. Todos tienen conectividad”.
¿POSIBLE INSTALACIÓN?
Que un depredador como el lobo se mantenga estático en una zona, cosa ya de por sí improbable, dependerá también de la fuente de alimentación. “Es un poderoso atractivo”, bromea Carrión. Ya sean pequeños conejos o corzos, la parte de la serralada y también la del río Besòs está plagada de ellos. Si esto supone un exceso preocupante de la población de los animales, el biólogo lo descarta: “Precisamente son los depredadores atraídos que vienen por aquí los que pueden controlarlo”.
Un avistamiento, por tanto, que augura buenas noticias: “Es una muy buena señal y si el lobo llegase a instalarse aquí, sería muy interesante. Siempre ha estado perseguido y cazado y es una especie injustamente castigada”, celebra el asesor de Medio Ambiente del consistorio colomense.
RESISTENCIA AL CAMBIO CLIMÁTICO
Renaturalizar el río Besòs es una estrategia que el Ayuntamiento de Santa Coloma comenzó en 2022 y, por el momento, ha completado su primera fase con la inauguración del Refugio de la Biodiversidad, en el margen derecho del río. El objetivo es aumentar su resistencia para afrontar los impactos del cambio climático y liberar los ecosistemas de la presión humana para que tiendan a autorregularse y funcionar de forma natural.
"Es un concepto que proviene de Europa y Norte América", detalla Carrión, que es el director del proyecto. Se pretende así dejar que la naturaleza cuide de sí misma, permitiendo que los procesos naturales reparen y restauren los paisajes degradados por la acción del hombre. El refugio de biodiversidad, como primer paso, abre una nueva etapa para preservar los hábitats existentes, potenciar la biodiversidad autóctona y eliminar a las especies invasoras.
INVERSIÓN DE UN MILLÓN
El ámbito de actuación de la primera fase de las obras, que se iniciaron en enero de 2022, comprende el espacio del cauce entre el Puente Viejo y Can Zam, con una inversión de 906.120,21 euros, cofinanciada entre AMB, el Ayuntamiento de Santa Coloma y los fondos europeos FEDER.
El proyecto de recuperación del río Besòs ha accedido a los fondos NEXT GENERATION EU que aportarán tres millones de euros para la siguiente fase de las obras, una subvención que reconoce esta apuesta por la renaturalización, sostenibilidad y resiliencia ante el cambio climático. El presupuesto global de las tres fases es de 5.800.000 de euros.