Kenzo, el perro brutalmente atacado en Badalona que falleció en julio

Kenzo, el perro brutalmente atacado en Badalona que falleció en julio CEDIDA

Gran Barcelona

El calvario de Judith tras la brutal muerte de su perro Kenzo en Badalona

El anciano can, de casi 16 años, falleció tres meses después de sufrir el ataque de otros dos perros que malviven confinados en una terraza entre heces y orines

12 diciembre, 2023 23:30

Noticias relacionadas

Judith todavía vive en una pesadilla. La joven vecina de Badalona no olvidará jamás lo que ella y su perro Kenzo sufrieron el pasado 8 de abril: un brutal ataque por parte de otros dos canes, ambos considerados PPP (Perros potencialmente peligrosos), que condenaron a muerte al anciano Kenzo de casi 16 años de edad. Los animales mordieron a Kenzo por todo el cuerpo y lo engancharon del cuello. Hicieron falta cuatro personas más para quitárselos de encima.

Las heridas y el violento episodio le dejaron terribles secuelas al perro. Tantas, que en julió falleció tras meses de dolor insoportable. Ahora, Judith pide justicia y ha denunciado al dueño de los canes que atacaron al suyo: un okupa de la calle Havana, en el barrio de La Salut, que tiene confinados a sus perros en una terraza entre heces y orines y al que la policía ha decomisado ya varios animales.

Kenzo, el perro que falleció en Badalona tras sufrir un brutal ataque

Kenzo, el perro que falleció en Badalona tras sufrir un brutal ataque CEDIDA

MORDISCO EN EL CUELLO

En conversación con Metrópoli, Judith narra el calvario que vive desde aquel fatídico 8 de abril. Ese día, "el primer finde de Semana Santa", la joven fue a pasear con Kenzo al parque de l'Escorxador de Badalona, en la parte trasera del Centre Comercial Màgic: "Como era anciano, siempre lo llevaba a la zona de césped y él se tumbaba allí tranquilo", recuerda. Al anochecer apareció un Pitbull suelto que se acercó a Kenzo: "No me preocupó de primeras para nada porque se olieron un poco y ya está". El problema, explica Judith, vino cuando apareció en escena un segundo perro, un Dogo de Burdeos.

La chica, ya en alerta, se giró para buscar al dueño de los canes, pero no encontró a nadie. Momentos después, "y tras dos golpes en el cuello a mi perro", el Dogo se tiró encima de Kenzo, iniciando el ataque. Automáticamente el primer Pitbull se unió y "agarró de la pata trasera a Kenzo". Entre los dos "desplazaron a mi perro hasta la mitad del parque" y ahí es cuando Judith comenzó a gritar: "No tuve ovarios a meterme en medio. Eran dos perros de presa y no lo soltaban", describe, aún dolida. La ayuda llegó segundos después, cuando un chico escuchó los alaridos de Judith y entró en el parque para separar a los perros. Sin embargo, ni siquiera el joven logró hacerlo: tuvo que intervenir un segundo hombre para ayudar. "No llevaban collar ni correa, era muy difícil cogerlos", rememora la dueña de Kenzo. Por último, en l'Escorxador aparecieron una mujer y otro chico que también se metieron, logrando, aparentemente, poner fin al conflicto.

Las heridas de Kenzo tras el ataque que sufrió en abril

Las heridas de Kenzo tras el ataque que sufrió en abril CEDIDA

UN SEGUNDO ATAQUE

Kenzo, muy malherido, se quedó en el suelo sangrando por todas las heridas que los otros dos perros le habían provocado. Pero su sufrimiento no terminó aquí: "El primer chico que intervino tenía agarrado por la chicha del cuello al Dogo de Burdeos, pero se le escapó y volvió a echarse encima de mi perro", lamenta Judith, que a partir de aquí no es capaz de recordar bien lo sucedido por el ataque de ansiedad que sufrió.

Tras este segundo ataque, los que habían ayudado a Judith lograron atar a los perros y llamar a la Guardia Urbana, que acudió con dos patrullas. "Estuvieron conmigo, me pidieron los datos e hicieron lo mismo con el propietario de los perros, que estaba por fuera del parque", dice la joven, que solo podía pensar en Kenzo. Sus patas traseras no respondían, "las tenía totalmente tiesas", y una de las agentes le advirtió que debía llevarlo inmediatamente a urgencias "porque tenía mucho dolor". Gracias a un amigo de la afectada, que se desplazó desde Montgat en furgoneta, apañaron una especie de camilla para Kenzo y se lo llevaron al Hospital Clínic Veterinari UAB.

AHOGADA EN FACTURAS MÉDICAS

Aquí comienza el calvario de Judith. Tras la visita en urgencias, los veterinarios le comunicaron que Kenzo podía quedar inválido de por vida: "También me dijeron que los mordiscos en el cuello podían haber afectado a la médula". Al perro, de casi 16 años, lo raparon casi por completo para poder coser y grapar las heridas. Le administraron metadona para superar el "cuadro de dolor extremo" que padeció durante días, además de un shock post traumático: "Estuvo tres días sin comer y no quería contacto físico, ni siquiera el mío", narra Judith. Milagrosamente, al cabo de cinco días, Kenzo comenzó a tolerar la comida y parecía que se aguantaba de pie, lo que derivó en que le dieran el alta.

Sin embargo, no fue un camino de rosas: la dueña se gastó más de 2.000 euros en facturas médicas. "Un dinero que no tenía", admite. Aún así, al cabo de unos días el perro tuvo que volver a ingresar: "Tenía una fractura complicada en el peroné y cuando caminaba se caía al suelo". Los tres meses posteriores al ataque Kenzo no pudo volver a incorporarse por sí mismo: "No podía levantarse sin ayuda y al final le amputaron el rabo".

INMÓVIL ENTRE HECES

La situación superó a Judith. La joven acababa de encontrar un nuevo trabajo al que acudía "con todo el dolor del mundo" por tener que dejar a Kenzo en casa. "Cuando regresaba me lo encontraba entre heces y orines porque no podía levantarse y no sabía cuánto tiempo había estado así", lamenta.

Todo ello, tras unas intensas semanas, llevó a la joven a interponer una denuncia por la vía penal al propietario de los perros que atacaron al suyo. Una denuncia que un juez desestimó porque consideró que era un "tema civil": "Esto conllevaba pagar a un abogado y a un procurador y yo ya no tenía dinero para más". Lo que hizo Judith, tras un enorme desgaste emocional y físico, fue "aparcar el tema" y centrarse en lo suyo. El fatal desenlace se produjo el 13 de julio, cuando Kenzo terminó falleciendo.

Kenzo, el perro brutalmente atacado en Badalona

Kenzo, el perro brutalmente atacado en Badalona CEDIDA

UNA FALSA DENUNCIA

Judith no puso pasar tranquila el duelo de Kenzo. Hace dos semanas, a finales de noviembre, la joven recibió una noticia que la dejó perpleja: los Mossos d'Esquadra habían acudido a casa de su madre, donde ella todavía está empadronada, para notificarle que estaba denunciada y tenía que acudir a juicio. Judith, al enterarse, se desplazó hasta la comisaría de Pomar, donde le informaron de que se enfrentaba a un delito por lesiones leves y amenazas. "Nunca en mi vida le he puesto la mano encima a nadie", les dijo a los agentes presentes, convencida de que era un error. Sin embargo, todo cobró sentido cuando vio la fecha de la denuncia: el 8 de abril. "La fecha la tengo grabada a fuego y me di cuenta de que había sido el dueño de los perros quien lo había hecho".

El pasado lunes, 4 de diciembre, se celebró el "surrealista" juicio: "También estaba denunciado uno de los chicos que me ayudó que era su acompañante. Él estaba flipando, igual que todos", dice Judith. Por suerte para ella, uno de los urbanos que intervino en el incidente testificó, negando que en el momento de la agresión el hombre hubiese presentado lesiones o explicado cualquier altercado hacia su persona. "Contó cosas que no tenían nada que ver y alegó que tenía una enfermedad física y mental, que le faltaba un brazo... El juez dictaminó que no había pruebas suficientes para inculparme", explica aliviada Judith.

El Pitbull que vive confinado en una terraza de Badalona

El Pitbull que vive confinado en una terraza de Badalona CEDIDA

UN "PERSONAJE" CON MUCHOS PERROS

La información sobre el propietario de los perros llegó a Judith a las semanas de sufrir el ataque. "Desde tener la música hasta los topes hasta las peleas entre sus propios perros que tiene encerrados en la terraza de la casa que okupa", explica la joven, que aporta a este medio una serie de fotografías de las condiciones actuales de los animales. "Ese señor ha tenido hasta siete u ocho perros, todos PPP, y llevan toda su vida en una terraza que está llena de heces y orines".

Por si fuera poco, el hombre tiene un Pitbull que "desde cachorro" está confinado, dicen los vecinos de La Salut, en un terrado aparte. "No ha pisado nunca la calle ni el interior de la casa". Algo que, según la joven, la protectora de animales de Badalona le confirmó: "Ya le decomisaron una perra porque se dedicaba a la cría y venta ilegal de varias camadas". Una situación de maltrato que todavía continúa.

DENUNCIA CIVIL

Ahora, Judith asegura que luchará por Kenzo: "Ya he puesto una demanda civil. Aportaré todas las pruebas que tengo: facturas, fotos, vídeos...". Así, además de buscar justicia para su perro fallecido, intentará que los canes puedan tener una mejor vida.