El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, destacó durante su participación en el ciclo Fer metròpoli, organizado por Foment del Treball, la importancia de ceder competencias tanto por parte de la Generalitat como de los ayuntamientos para abordar distintas realidades como la movilidad, la vivienda o el ocio que afectan a la Región Metropolitana.
Un área que surge al combinar los 36 municipios de Barcelonès y Baix Llobregat que forman parte del Área Metropolitana, donde residen 3,3 millones de personas, junto con otros territorios, conformando un conjunto que abarca 164 municipios distribuidos en siete comarcas: Barcelonès, Baix Llobregat, Maresme, Garraf, Alt Penedès, Vallès Occidental y Vallès Oriental.
El alcalde se considera “uno más” entre los responsables metropolitanos, y cree que ha llegado el momento, de aquí a 2030, de coordinar mejor las políticas para “toda esta región”.
Este martes, 12 de diciembre, el Consejo General del Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona (PEMB) ha aprobado por unanimidad el Compromiso Metropolitano 2030, una guía que busca ir más allá de los límites del Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Este nuevo documento se centra en metas amplias relacionadas con la vivienda, políticas sociales, movilidad y medio ambiente. El PEMB establece el año 2030 como el plazo para definir la forma en que se debe gobernar este territorio, que se extiende más allá del AMB.
MÁS DE CINCO MILLONES
El proyecto ha sido consensuado por todos los actores políticos, económicos y sociales de la región metropolitana, que comprende el Barcelonès, el Baix Llobregat, el Maresme, los Vallesos, el Garraf, la Anoia, el Baix Penedès y el Alt Penedès.
Collboni ha asegurado que si Barcelona aspira a ser "relevante en el contexto global es necesario considerarla como la región metropolitana de más de cinco millones de habitantes que ya somos”.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Ejecutiva, Janet Sanz, ha destacado que el AMB es “el único gobierno metropolitano del Estado”, por lo que “hoy damos un paso adelante”.
SOBERANÍA METROPOLITANA
Además, ha puesto de manifiesto que “para hacer frente a las desigualdades” existentes, “hace falta una soberanía metropolitana”, la cual es clave para el desarrollo de la transición ecológica en los hogares. Asimismo, Sanz ha explicado que los retos del siglo XXI están marcados “por la emergencia climática” y “se exige una respuesta coordinada de las ciudades”.
Tanto Collboni como Sanz han coincidido en que esta metrópolis de “los 5 millones” ha de tener una estructura federal y policéntrica, tal como lo es su realidad urbana. Para que esto sea posible, “se ha de implicar a todos los actores de la metrópolis”, desde el sector público, al privado: “O remamos juntos, o no saldremos adelante”, ha insistido Collboni.
El coordinador general del PEMB, Oriol Estela, opta por “reaplicar” en el nuevo plan estratégico proyectos empleados anteriormente en el área metropolitana de la ciudad, que han logrado obtener buenos resultados con el tiempo.
OBJETIVOS
El nuevo plan estratégico metropolitano se compone de ocho misiones orientadas a guiar la actuación coordinada en áreas como la economía innovadora e inclusiva, los niveles de renta suficientes, la emergencia ambiental y climática, la movilidad sostenible y segura, la alimentación saludable, la cohesión territorial, la vivienda adecuada y la vitalidad cultural.
Cada misión establece objetivos específicos para orientar acciones destinadas a lograrlos. En el ámbito económico, se busca impulsar la transferencia tecnológica, destinando al menos un 1,2% del PIB a investigación y desarrollo para 2030. Respecto al trabajo, se persigue que los convenios colectivos aseguren niveles salariales acordes con un salario mínimo de referencia adaptado a la realidad metropolitana.
En el ámbito climático, se apunta a reducir el 45% de las emisiones de gases de efecto invernadero para ese mismo año. En movilidad, se plantea un cambio del 10% hacia la ecomovilidad, y en alimentación, se busca que el 60% de la dieta en 2030 sea de alimentos de proximidad.
El objetivo de la cohesión territorial es que las rentas bajas no superen el 25% en los barrios vulnerables, y en vivienda, se pretende que la población con sobrecarga económica vinculada a los gastos del hogar sea inferior al 30%. En el ámbito cultural, el plan prevé aumentar un 10% la participación de la población metropolitana en la vida cultural del territorio.