Tamara, la propietaria de Cachitos Reborn con un local en Sant Adrià

Tamara, la propietaria de "Cachitos Reborn" con un local en Sant Adrià GALA ESPÍN Barcelona

Gran Barcelona

Tamara, la artista reborn que crea bebés hiperrealistas desde un taller en Sant Adrià

Su hija la inspiró a fabricar los especiales muñecos y años después consiguió abrir un local en Sant Joan Baptista, donde enseña a elaborarlos y los distribuye a colegios o a productoras

16 diciembre, 2023 23:15

Decenas de bebés descansan en cunas y carritos en un espacioso local de Sant Adrià de Besòs. No lloran ni se mueven, solo yacen en silencio unos al lado de los otros. Morenitos, rubios, prematuros… Todos tienen algo especial o un detalle característico. La anormal quietud en estas criaturas tiene una explicación: a pesar de que parecen reales, no lo son. Los lactantes son reborn: muñecos hiperrealistas que suelen fabricarse con silicona o vinilo y que se asemejan asombrosamente a un humano.

Tamara es la madre de todos ellos. Lo que para ella empezó como una afición pasó a ser un trabajo a tiempo completo, bajo el nombre de “Cachitos Reborn”, por su hija. La niña le pedía constantemente un muñeco reborn y un día, Tamara se armó de valor y compró los materiales. Un comienzo que no fue nada fácil en un mundo al que le costó acceder por el desconocimiento, las leyendas y los mitos alrededor de él. 

Algunos de los bebés reborn de Tamara, en creación

Algunos de los bebés reborn de Tamara, en creación GALA ESPÍN Barcelona

UNA VIDA DE ARTISTA 

Tamara nunca pensó que terminaría dedicándose al mundo reborn. Lo que sí supo desde bien joven es que quería ser artista. Lo cuenta a Metrópoli con un toque de añoranza en su voz: “Siempre fui la oveja negra de la familia”, recuerda sonriente. “Cuando dije que quería estudiar Bellas Artes, los comentarios fueron los típicos de la época. Que eso era perder el tiempo, que no podría ganarme la vida…”. Sin embargo, hubo un cambio de rumbo en su adolescencia, aunque el objetivo seguía fijado: la joven se inscribió en una escuela de arte dramático y comenzó a modelar. “Aquello no estaba hecho para mí. Nos trataban fatal, teníamos restricciones a la hora de la comida, nos tenían como floreros en los eventos… Eso para quien lo quiera”, descarta Tamara.

Uno de los bebés de Cachitos Reborn

Uno de los bebés de "Cachitos Reborn" GALA ESPÍN Barcelona

Se libró, eso sí, de ser madre adolescente. Algo bastante común hace 20 años. “El instinto maternal se me despertó con 14 años y habría sido madre de no ser porque aquel año nació mi hermana. Si no, habría sido de esas porque es lo que viví en mi círculo”. Una sobrecogedora experiencia, la maternidad, que no vivió hasta los 29, cuando tuvo a su primogénita. “Y fui de las tardías”, asegura. Un fenómeno que parece que vuelve: “Mi hija me pregunta que porque hay tantas niñas de 15 embarazadas. Lo ve en el TikTok”, explica, atónita. 

Uno de los bebés reborn más realistas de Tamara, recién nacido

Uno de los bebés reborn más realistas de Tamara, recién nacido GALA ESPÍN Barcelona

DEMANDA DE REBORNS

Las niñas y sus madres forman parte de la fiel clientela de Tamara. Una comunidad que empezó a crearse en el 2016 cuando la mujer dio el salto a YouTube y comenzó a subir los vídeos de los procesos de elaboración de los reborn. Ahí vio el filón: las grabaciones tenían cada vez más visitas y no solo de gente que quería comprar, sino también de personas que querían crear con ella

Tamara pinta uno de los bebés reborn en el que trabaja

Tamara pinta uno de los bebés reborn en el que trabaja GALA ESPÍN Barcelona

Tamara decidió entonces abrir un local físico para vender, pero también para organizar talleres: una academia de muñecos reborn. Pasó de confeccionarlos en la cocina de su casa, con cuatro niños de por medio que “lo ponían todo perdido”, a contar con un espacio propio: el primero en la calle de l’Atlàntida, junto a la plaza de la Vila, y el actual en la Mare de Déu del Carme, en el barrio de Sant Joan Baptista

Materiales y partes de bebés reborn

Materiales y partes de bebés reborn GALA ESPÍN Barcelona

CLASES Y TALLERES

El traslado de un espacio a otro fue necesario. En el primer local solo podía impartir talleres a cuatro niñas. Ahora, el número de alumnas crece cada vez más y Tamara busca aportar una experiencia completa.

Las pinturas y las herramientas para fabricar reborns se reparten en unas mesas cubiertas de pañales y empapadores. Junto a ellas, partes del cuerpo humano: cabezas, ojos, brazos, piernas… También hilos y silicona. Los complementos y la ropa están guardados en unos cajones y las habitaciones traseras, todavía están “en construcción”. En una, explica Tamara, irá su despacho y en la otra, una especie de “nursery”.

Uno de los bebés reborn de Tamara

Uno de los bebés reborn de Tamara GALA ESPÍN Barcelona

PROCESO DE ADOPCIÓN 

Por si todavía quedaba alguna duda, no son simples muñecos. La impulsora de “Cachitos Reborn” busca formular vivencias: “Mi idea es montar una nursery a modo de expositor. Quienes vengan a por su reborn podrán verlo a través del cristal y firmarán un contrato de adopción”. Cada uno es único. Mientras acomoda el proyecto en su mente, Tamara muestra a este medio algunos de sus muñecos: uno de ellos será trasladado al final de ese día al Col·legi Sant Gabriel. “Puedes cogerlo si quieres”, anima la emprendedora, aunque su inmenso parecido con un bebé real disuade a cualquiera que no esté acostumbrado a estar cerca de un recién nacido. 

En la otra punta de la habitación, un reborn más pequeño que el resto descansa en una sillita. “Este es prematuro”, detalla su creadora, que ha pinchado pelo a pelo la cabellera de la criatura y ha dibujado cada fina vena del cuerpo. Los mismos detalles ha conseguido plasmar en otro: una réplica de un bebé humano con la misma mancha de pigmentación en la cara. “Hasta el tacto es el mismo”, dice orgullosa.

Uno de los bebés reborn de Tamara

Uno de los bebés reborn de Tamara GALA ESPÍN Barcelona

INDUSTRIA CINEMATOGRÁFICA 

Además de la función educativa de los reborn, a Tamara también le llegan encargos para la industria cinematográfica. Netflix o Amazon Prime son dos de las productoras más importantes del momento y ambas pidieron tener reborns en los platós: “Para no tener a un bebé todo el día allí”, explica ella, satisfecha con su trabajo.