Gavà no celebrará la tradicional fiesta de los Tres Tombs este año. Una decisión que se mantiene de forma permanente “por falta de presupuesto y apoyo por parte del gobierno municipal”, tal como ha hecho saber la Asociación de los Tres Tombs de Gavà a Metrópoli. “El Ayuntamiento no ha mostrado ningún interés en mantener esta tradición, que este 2024 cumplía 10 años”, lamenta la presidenta de la entidad, Montse Cos.
En 2023 tampoco se celebró porque coincidió con la renovación de los integrantes de la junta, una transformación con la que se intentó reavivar la llama de una costumbre en decadencia desde hace tiempo. Pese a que el Ayuntamiento de Gavà –gobernado por la socialista Gemma Badia– no ha tomado la decisión de suprimir los Tres Tombs, la entidad encargada de su organización destaca la “falta de colaboración del gobierno por mantener una tradición positiva tanto para el comercio local como para el posicionamiento de Gavà en el mapa metropolitano de Barcelona”.
Algo que desde Vox también han denunciado a este medio, que piden al consistorio “que no permita que esta costumbre se extinga, una celebración cuyo coste es ínfimo y forma parte de la identidad de Gavà”, señala su portavoz, Marc Cívico. Una preocupación que trasladarán en el pleno municipal el próximo jueves 25 de enero. El Ayuntamiento, por otro lado, lo atribuye a la falta de relevo generacional, tal como expresan a este medio.
EL AYUNTAMIENTO, AL MARGEN
Hace meses que los diferentes actores implicados en la celebración de los Tres Tombs conocen la noticia. “Estoy muy triste de que se acabe”, lamenta su presidenta. La entidad detalla que cada año invierte unos 5.000 euros para celebrar los Tres Tombs, pero que lo hacen “prácticamente en solitario”. En la cabalgata participaban más de 70 carros y hasta 20 caballos llegados de diferentes localidades.
El Ayuntamiento de Gavà, según indican fuentes de la asociación, colabora aproximadamente con el 15% del presupuesto de la cabalgata, insuficiente para poder mantenerla. Además de encargarse de la veterinaria, el corte de las calles el día que se celebra (el segundo domingo de marzo) y la seguridad policial. “Le ofrecimos al PSC que absorbieran ellos la organización, pero se negaron”, detalla Cos.