Los vecinos del Besòs, en pie de guerra contra Filo Cañete: "Nos sentimos engañados"
Los residentes del barrio de Sant Adrià dicen que el equipo de la alcaldesa les ha dejado de lado y aseguran estar desilusionados con el liderazgo del municipio
5 febrero, 2024 23:30Noticias relacionadas
Frustración, indignación y enfado entre los vecinos del barrio del Besòs de Sant Adrià. Los residentes de la zona explotan contra la gestión de la alcaldesa, Filo Cañete, ante su "inactividad" y "desinterés", dicen, por las problemáticas que les afectan directamente.
"El ayuntamiento nos ha dejado de lado", afirman los miembros de la Asociación de Vecinos, hastiados de las reuniones infructuosas que llevan manteniendo a lo largo de los años con el gobierno municipal del PSC. "Antes teníamos más trato directo con la alcaldesa. Eso se ha acabado", lamenta el grupo, que muestra a Metrópoli su total disconformidad con el rumbo del municipio.
A GOLPE DE REDES
La asociación, que se reúne en unos bajos de Doctor Alexander Fleming, nombra a este medio una larga lista de reivindicaciones que no son escuchadas: "Tenemos los contenedores del barrio rotos, basura esparcida, grafitis, excrementos de perro por todas partes, la plaza 25 de Octubre todavía pendiente de remodelar desde hace años...". Un incivismo que la Policía Local no castiga lo suficiente, aunque Cañete anunció hace días un nuevo dispositivo de agentes de paisano que atajaría los comportamientos incívicos.
Un interés que los ciudadanos afectados relacionan directamente con sus quejas en las redes sociales: "A la que publicamos alguna fotografía o nos quejamos públicamente, actúan". A modo de ejemplo: la asociación denunció hace días el lamentable estado de una marquesina de autobús, con el cristal a punto de hacerse añicos. "Lo único que hicieron fue poner una cinta alrededor, haciendo caso omiso del peligro que eso conllevaba. Al día siguiente de subir la imagen a Facebook, la arreglaron", exponen.
UN "CORTAFUEGOS"
Una de las críticas de estos vecinos va dirigida a la nueva organización y estructura municipal tras el triunfo por mayoría absoluta de los socialistas en las elecciones municipales: "El concejal del barrio, Andrés Pozo, viene cada martes y todas nuestras denuncias tienen que pasar por él primero". Una figura que califican de "cortafuegos": "Para que tengan más tiempo de reacción".
Sin embargo, de poco sirve. La asociación se reunió el pasado 14 de noviembre con el consistorio para exponer su descontento por diferentes problemáticas: "Apuntaron cosas, pero desde entonces, silencio administrativo". La presidenta, Sandra Pazmiño, envió tres correos electrónicos más, insistiendo, que cayeron en saco roto.
"NOS SENTIMOS ENGAÑADOS"
La ciudadanía de esta zona de Sant Adrià denuncia que el consistorio "solo se preocupe de las cosas nuevas", como la celebración de la bienal europea Manifesta 15 que tendrá lugar en las Tres Chimeneas a partir de octubre. "Las cosas viejas las van dejando y la realidad es que la gente que vendrá atraída por el evento se paseará por los barrios y verá la realidad", dicen desde la asociación.
Los vecinos se sienten totalmente "engañados" y "desilusionados" con el equipo de gobierno, en quien aseguran que depositaron su confianza en las urnas: "La alcaldesa venía aquí y nos recibía antes de las elecciones. Ahora ya no", se quejan. "Han caído en un buen colchón y no están haciendo nada", aseguran.
LA UNIÓN HACE LA FUERZA
Los afectados se muestran tajantes con este medio en cuanto a los problemas del barrio: "Incluso nos dijeron que no tenían presupuesto para mantener a la cuadrilla que se encargaba de limpiar los grafitis y que, a partir de ahora, de eso se tenía que hacer cargo cada comunidad donde sucediese".
Sin embargo, la unión hace la fuerza: esta "inacción" administrativa ha hecho que los vecinos del barrio se mantengan activos a través de grupos de WhatsApp en los que comunican cualquier acto incívico o movimiento sospechoso. Ya demostraron esa unidad cuando, en septiembre de 2022, evitaron que unas familias portuguesas okupasen una nave abandonada junto a la Escuela Túrbula. Su implicación, además, no cesa: "Si el ayuntamiento nos pide que hagamos encuestas o que entreguemos documentos o firmas, lo hacemos", reafirman.
"NOS COME LA MIERDA"
Una suma de demandas que encabeza la suciedad: "Nos come la mierda", afirman los vecinos, que piden más vigilancia, sanciones y policía de proximidad. "Ya hace tres años, por lo menos, que la exigimos y todavía nada. Vigilar no es pasar por la Gran Via e irse", denuncian.
El malestar no es único de este barrio de Sant Adrià. Los territorios de alrededor, La Mina y La Catalana, también han expresado a Metrópoli su desazón contra el ayuntamiento. Las reivindicaciones siguen la misma línea: basura por las calles e inseguridad.
"COMUNICACIÓN CONSTANTE"
Ante el aluvión de críticas, el Ayuntamiento de Sant Adrià, en declaraciones a este medio, exhibe su postura: "Los regidores de barrio mantienen una comunicación constante con las entidades y las asociaciones de vecinos de toda la ciudad". Admiten que el 14 de noviembre tuvo lugar una reunión con los residentes del Besòs y la Policía Local y se recogieron todos los puntos tratados, "algunos imposibles de solucionar de manera inmediata". El consistorio asegura que el concejal Andrés Pozo atiende y pasa todas las incidencias de alumbrado, limpieza y vía pública "a diario".
El equipo de Cañete responsabiliza directamente a los incívicos de la suciedad del barrio y reconoce que "hay contenedores averiados", pero su reposición se está gestionando y se han buscado soluciones alternativas, como la resituación de otros contenedores o la disponibilidad de baterías a pocos metros.
LA PLAZA 25 DE OCTUBRE
En cuanto a la pendiente reforma de la plaza 25 de Octubre, el consistorio insiste en que se está trabajando en el proyecto escogido tras la votación popular.
A pesar de que el ayuntamiento legitima las quejas de la asociación --que las califica de "razonables"--, incide en que se escucha, se atiende y se trabaja con todos los medios disponibles para solucionar los problemas de esta zona de Sant Adrià.