El cese y desmantelamiento de la contaminante Tersa, ubicada en Sant Adrià de Besòs, podría estar cada vez más cerca. Su futuro podría conocerse, incluso, antes de este verano. ¿Por qué? Por la presión que el Ayuntamiento de Sant Adrià ha ejercido al Área Metropolitana de Barcelona (AMB) mediante la presentación de una serie de alegaciones contra el Plan Director Urbanístico Metropolitano (PDUM).
El PDUM es el instrumento que ordenará en los próximos años el territorio del AMB en ámbitos como la movilidad, la infraestructura y el territorio. Una herramienta que apuesta por un modelo de desarrollo sostenible, equitativo y cohesionado en el que se incluyen 36 municipios barceloneses, entre ellos Sant Adrià. Repasando sus bases no es de extrañar que Tersa sobre. El concejal adrianense de Territori i Medi Ambient, José Antonio Gras, lo vio claro y firmó el documento de 16 páginas presentado por el consistorio que enumera los motivos por los que la planta incineradora donde se queman a diario todos los residuos de Barcelona debe, como mínimo, trasladarse.
Licencia desde el 1971
Lo explica a Metrópoli el recién nombrado regidor en las últimas elecciones municipales. El ayuntamiento presentó el 22 de diciembre de 2023 un total de cuatro alegaciones al PDUM que se aprobó inicialmente en marzo del año pasado. Unas alegaciones que se centran en Tersa porque "todo lo que hay a su alrededor se va fuera si Tersa cae", especifica Gras en referencia a la central de ciclo combinado o al Ecoparc 3.
El primer punto que el gobierno municipal defiende es que existe una clara disconformidad urbanística. "La incineradora se construyó al amparo de una licencia de obra de carácter provisional que se otorgó en 1971", detalla el concejal. Una provisionalidad que se ha alargado más de 40 años.
Por otra parte, y en el mismo punto, se especifica que la calificación del suelo donde se levantó Tersa es para equipamientos, no para el tratamiento de residuos. "Por lo tanto, su incidencia ambiental por la contaminación atmosférica y su inadecuación en su entorno metropolitano atendiendo a un horizonte temporal —del 2050 en adelante— hace que no tenga sentido que esté aquí".
Naturaleza y regeneración urbana
Más motivos para que Tersa se mude: el PDUM destaca la estructura urbana y social del entorno. "El suelo donde se emplaza la incineradora está rodeado de un parque estructurante, que es el Parc de La Pau, Eduard Maristany, un eje verde, el frente litoral y la desembocadura del río Besòs", enumera Gras. Una serie de características que podrían verse perjudicadas por el funcionamiento de Tersa.
Además, el entorno también sufrirá todo un proceso de regeneración urbana los próximos años. Ya se está palpando en La Mina con la apertura de hoteles, por ejemplo, y se hará más visible en Sant Joan Baptista o La Catalana con la construcción de nuevas viviendas. Son, de hecho, los barrios que más directamente sufren las consecuencias de la empresa contaminante.
¿Infraestructura de interés metropolitano?
Las alegaciones del ayuntamiento también pasan por insistir en que la incineradora deje de estar considerada una "infraestructura de interés metropolitano". "Inicialmente, el PDUM se le otorga y queremos que se refleje lo contrario. La normativa no es muy clara al respecto y esto provoca una inseguridad jurídica que se tiene que aclarar", explica el concejal de Territori i Medi Ambient de Sant Adrià.
Futuro incierto
Por último, el Ejecutivo local cree fundamental que el PDUM prevea las determinaciones urbanísticas de Tersa para hacer efectivo su cierre y desmantelamiento. "Se supone que el equipamiento se consolidará en un futuro, pero no hacen referencia a ello en la memoria", alega Gras.
Unas alegaciones fundamentadas que ponen en duda, sobre todo, el emplazamiento de la instalación: "No tanto que exista o no porque no sabemos si seguiremos gestionando los residuos de la misma manera". Un objetivo que esperan que se resuelva a medio o a largo plazo.
Razones de interés público
Por si fuera poco, el consistorio también ha recopilado diversas razones de interés público para justificar su demanda. Entre ellas destaca el contexto de crisis climática que afecta a la población actualmente o su inserción en el entorno urbano: "Cuando se concibió Tersa estaba en medio de la nada, en una zona plenamente industrial, pero los planes posteriores urbanísticos han reforzado el ámbito metropolitano", dice Gras.
Más datos: un camión de basura circula por la zona cada ocho minutos. Lo que significa más emisiones nocivas de los tubos de escape de los vehículos. Todo ello sin entrar a valorar, además, el proceso judicial en el que está inmerso la empresa.
Resolución antes de verano
Aunque el Ayuntamiento de Sant Adrià es consciente de que el cierre y desmantelamiento de Tersa no será cosa de "dos días", el gobierno de Filo Cañete espera que el AMB resuelva las alegaciones y, por tanto, se sepa si las aceptan o no antes de este verano. "Como mínimo que se lo planteen", explica Gras.