Hay ocasiones en las que los héroes cotidianos se quedan siempre en el anonimato. O en el olvido. Personas que estaban en el momento y el lugar precisos y evitaron desgracias mayores, pero de las que nunca se sabrá su nombre o su historia. Esta vez, no quedará así.
Andre Goetten es el salvador del Màgic de Badalona. El hombre que intervino antes que nadie con el atacante del hacha que causó el pánico en el centro comercial el pasado miércoles, 27 de marzo. Indignado porque nadie, ni siquiera la policía, le ha agradecido su valiente acción, Andre explica a Metrópoli cómo vivió el tenso momento en el que pensó que el presunto terrorista iba a herir o matar a alguien.
El local "+55 Poke Bowls & Açaí" del Màgic de Badalona
Inmovilizado en el suelo
Andre se encontraba esa tarde trabajando en su local de comida que regenta desde hace unos tres meses: un puesto de açaí y poke bowls llamado "+55 Açaí & Bowl's". El negocio está situado a tan solo 20 metros del Mcdonald's donde tuvo lugar el brutal ataque, justo enfrente: "Paré de trabajar cuando escuché los golpes y vi que todo el mundo empezaba a correr", recuerda el brasileño.
El vendedor escuchó los dos primeros hachazos antes de darse cuenta de que no se trataba de un arma de fuego: "Al principio creí que sí, como mucha gente". Pero cuando vio que no se trataba de ninguna pistola, decidió intervenir porque "había muchos niños" y "nadie hacía nada": "Lo agarré y lo inmovilicé en el suelo", detalla Andre.
Formado en jiu-jitsu
Quienes se pregunten de dónde sacó Andre la valentía para encararse a un hombre armado con un hacha que acababa de reventar el cristal del Mcdonald's, quizá este dato les saque de dudas: el propietario del local de açaí y poke bowls es experto en jiu-jitsu brasileño (BJJ) y también imparte clases privadas de Muay Thai. Unos conocimientos en artes marciales claves que le permitieron reducir al atacante y salir ileso.
"Lo tuve en el suelo durante un minuto en el que no paró de decir Alá", rememora Andre. Tras ese largo minuto, apareció el mosso fuera de servicio que esposó al agresor. También entró en escena el vigilante de seguridad.
"Nadie me ha agradecido nada"
La acción de Andre salvó, sin duda, la vida de mucha gente. Por eso, al vendedor le duele el poco reconocimiento tras jugarse la suya propia. "Nadie me ha agradecido nada. Si no llego a pararlo, seguro que habría hecho algo más", augura el brasileño, que reconoce no estar teniendo una muy buena acogida en los primeros meses de apertura de su negocio en el Màgic. "Vendo productos saludables y bastante nuevos", anuncia el joven de 38 años, que está todos los días en el local del centro comercial.
Presunto terrorista yihadista
Este martes, se hizo público que el Juzgado de Instrucción Número 4 delegó en la Audiencia Nacional la investigación de lo ocurrido, tratando el suceso como terrorismo yihadista.
El atacante, un joven de origen pakistaní, se encuentra desde el 27 de marzo encarcelado en Brians, en prisión provisional, comunicada y sin fianza.