Tragedia en el incendio de este martes de madrugada en Badalona. Las llamas calcinaban sobre las 02:00 horas el tercer piso del número 8 de la calle Granada, en el barrio de La Pau. El aparatoso fuego, que podría haber costado más de una vida, obligó a los Bomberos a desalojar a los residentes del bloque, que grabaron estupefactos algunos vídeos del momento. Horas después, el incendio se daba por extinguido aunque no con el mejor de los finales: había muerto una persona.
Pero el suceso no termina aquí. El fallecido era de sobras conocido y también odiado: Oscar Arriba. Tal vez un vecino de Badalona más, aunque su nombre está relacionado con otro: Joan Pere Madurell.
Acusado de matar a Madurell
La identidad del fallecido no estuvo clara desde el principio, pero a primera hora de esta mañana, la información comenzó a circular: el muerto se trata de Oscar Arriba, el investigado de cortar la cabeza y trocear el cuerpo del vecino de Vic desaparecido hace meses, Joan Pere Madurell.
Los vecinos han contado a Metrópoli cómo era la convivencia con Arriba y fuentes policiales han corroborado los testimonios: el hombre era extremadamente conflictivo. Había tenido multitud de encontronazos con el resto de residentes, que dicen que ponía música a todo volumen sin importar la hora. También los había amenazado alguna vez con cuchillos: "No estaba bien de la cabeza. Tenía problemas psíquicos", ha contado una vecina, Teresa.
"El infierno se ha ido con él"
Oscar vivía en el ático del bloque con su hermano, aunque hacía tiempo que a este no se le veía por la zona. El familiar tampoco ha dado señales de vida este martes y los vecinos no creen que aparezca, por lo menos las próximas semanas.
El origen del fuego no está claro y los Mossos d'Esquadra lo investigan, pero la escena lo tenía todo para acabar de una trágica manera: "Tenía cinco bombonas de butano en casa y la luz pinchada desde hacía tiempo". Sea como fuere, ninguno de los residentes ha lamentado su muerte: "No le deseo el mal a nadie, pero el infierno se ha ido con él".
Amenazados de muerte
El día antes del incendio, Oscar había amenazado de muerte a todos sus vecinos. Peor aún, confesó el asesinato de Joan Pere Madurell: "Si he podido cortar una cabeza puedo mataros a todos". Son las palabras que, según los residentes, les dirigió. "Nos lo advirtió. Nos dijo que nos llevaría a todos por delante. A mi hijo ya le había enseñado varias veces un arma blanca", ha detallado Teresa.
Un hombre, Arriba, que malvivía y no se dedicaba a nada bueno. "Cobraba una ayuda por minusvalía y no hacía nada más", ha explicado otro vecino. "Lo que no sé es porqué no se habla de la gente que iba con él". Según este residente, es "imposible" que Oscar hubiese llevado a cabo el asesinato de Madurell él solo: "Lo ayudaron". Ha mencionado un nombre: "El Calvo", el supuesto camello del fallecido. Y también ha dicho que anoche no estaba solo: "Estaba acompañado, pero no sabemos de quién. La policía se ha llevado dos móviles".
"Asesino"
La calle Granada todavía olía a quemado la mañana de este martes y los vecinos comentaban lo sucedido de balcón a balcón. Algunos lo hacían a pie de calle, frente a una pintada reveladora en la puerta del bloque afectado: "Asesino". Dan gracias a que las amenazas de Arriba no se hicieron realidad.
"No daré el pésame"
Por su parte, el alcalde de la ciudad, Xavier García Albiol, se ha mostrado contundente a través de sus redes sociales: "Todo el respeto del mundo, pero yo no daré mi pésame". Albiol se justifica asegurando que, aunque cualquier muerte es trágica, Oscar era un "delincuente que tenía atemorizados a los vecinos, les hacía la vida imposible, amenazaba con quemar la finca y había sido detenido muchísimas veces".
Aún así, los vecinos lo rebaten: aseguran que el ayuntamiento ya sabía del peligro que este hombre suponía para el resto y "nunca nadie hizo nada, ni siquiera los mossos".
Joan Pere Madurell
Todas las teorías están abiertas. Ya fuera un accidente o un incendio provocado por él mismo o por otra persona, Oscar fue la última persona que vio con vida a Joan Pere Madurell, el vecino de Vic de 44 años que desapareció en Badalona el pasado 29 de enero. El fallecido este martes conoció, según él, al desaparecido en el metro de Fondo y tras irse a tomar unas copas juntos, le perdió la pista. Una versión que cambió varias veces ante la policía, lo que lo convirtió en el principal sospechoso.
Meses después, el 7 de marzo, la cabeza seccionada de Joan Pere apareció en Can Ruti y una semana después lo hizo el resto del cuerpo: troceado en bolsas de basura en un contenedor de Gràcia.
Un caso macabro que tiene muchos interrogantes sin respuesta, especialmente ahora tras la muerte del último hombre que acompañó al de Vic antes de que se desvaneciera.