La alcachofa lleva años arraigada al Baix Llobregat. Para los municipios que la cultivan representa todo un símbolo de proyección, tanto agrario como económico. En la comarca destacan dos localidades en particular: Sant Boi y El Prat de Llobregat, tradicionalmente “rivalizados” por la capitalidad de su producción. Para ambos, es su producto agrícola estrella, con el que ponen en valor el cultivo de proximidad, la restauración local de la ciudad y la alimentación saludable.
Tanto es así, que los dos municipios celebran sus respectivas fiestas de la alcachofa, con la que promocionan el producto como elemento estratégico de la actividad económica, agrícola y social de la ciudad. Ambos la cultivan en el Parc Agrari del Baix Llobregat, una de las zonas agrarias más antiguas de Catalunya, en la que se concentran alrededor de 600 explotaciones.
La variedad más cultivada, tanto en el Delta del Llobregat como en el resto de España, es la alcachofa ‘Blanca de Tudela’, de forma ovalada, aspecto compacto y color verde intenso. Aunque, en la comarca, esta marca es conocida bajo el nombre de ‘Carxofa Prat’, lo que ha otorgado cierto reconocimiento al municipio pese a no pertenecerles la denominación ni ser los mayores productores. Paradójicamente, lo es Sant Boi, quien siempre se ha reivindicado como la capital de la alcachofa. “Somos el municipio que más toneladas produce en el Baix Llobregat y el que más ha incorporado esta hortaliza en la vida cotidiana de los vecinos”, destacaba su alcaldesa socialista, Lluïssa Moret, durante la presentación de la 22ª edición de ‘La Carxofada’, celebrada el pasado marzo.
La Cooperativa Agraria de Sant Boi ha calculado una producción aproximada de 400.000 kilos de alcachofa, equivalente a 400 toneladas, para este 2024 (la temporada engloba desde noviembre hasta mayo). De las 3.300 hectáreas que forman la totalidad del Parc Agrari, 870 pertenecen a Sant Boi, que dedica el 60% del terreno al cultivo de sus alcachofas, conocidas bajo la marca ‘Flor d'Hivern Agraria Santboiana’. Hasta hace unos años, este ejemplar no existía, pero lo denominó la propia cooperativa para distinguir sus alcachofas de las del resto de España y de El Prat, y así generar una marca propia.
Efectos del cambio climático
El Prat también cuenta con una variedad particular. Como consecuencia del cambio climático, la producción de la alcachofa ‘Blanca de Tudela’ se enfrenta a su desaparición. Para contrarrestar sus efectos, El Prat ha empezado a producir una variedad híbrida, la ‘Green Prat’, que aguanta más tiempo con buen aspecto, algo más demandado por grandes superficies, y, además, permite agrupar más su recolección, lo que reduce el coste en mano de obra.
A El Prat le pertenecen 320 hectáreas del Parc Agrari. Destina el 50% a la producción de alcachofa que, aproximadamente, equivale a la mitad del cultivo de Sant Boi. Los últimos datos facilitados por el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, pertenecientes a 2020, hablan de una producción de 2.540.300 kilos de alcachofas en Sant Boi y 917.700 en El Prat. Unas cifras que no tienen nada que ver con las actuales, a causa de los efectos del cambio climático y de la sequía. Lo que queda claro es que, y según demuestran los números facilitados, Sant Boi capitaliza y lidera la producción en la comarca.
Unidos por la alcachofa
Los ayuntamientos de El Prat y Sant Boi se aliaron por primera vez en 2021 para promover el consumo de la emblemática alcachofa local y la agricultura de proximidad. Con la celebración de la campaña, descrita como “histórica” por aquel entonces, ambos municipios enterraban el hacha de guerra. Un punto de inflexión, ya que se pusieron de acuerdo dos ciudades que llevaban años discutiendo sobre quién de las dos era más ‘alcachofera’ que la otra.