A menos de dos horas de Barcelona, se encuentra un pueblo de montaña que se distingue por sus vistas espectaculares y nacimientos de ríos. Se trata de Castellar de n’Hug, ubicado en la comarca del Berguedà, a 1.395 metros de altitud.
El Ministeri de Turisme lo nombró uno de los pueblos más bonitos y mejor conservados de España en 1984. Y es que este municipio cuenta con un entorno natural privilegiado, que da origen al río Llobregat, envuelto por el Parc Natural del Cadí-Moixeró.
Entorno natural privilegiado
El río Llobregat nace a unos 1295 metros d’altitud. Desde la parte baja del pueblo, al lado del aparcamiento, sale un camino corto y bien señalizado que conducirá hasta las Fonts del Llobregat, donde se verá brotar agua entre la pieza caliza y la vegetación.
Desde el año 1983, la Generalitat de Catalunya declaró el parque natural las sierras del Cadí y de Moixeró. Esta zona protegida comprende altitudes de entre 900 metros en los valles y 2.648 metros de la cima del Vulturó.
En el parque natural del Cadí-Moixeró se encuentra una gran cantidad de pájaros, mamíferos, reptiles y anfibios, sin de dejar de lado la vegetación exuberante.
Castellar de n’Hug
La primera referencia escrita de Castellar de n’Hug data del año 839, mencionada en la consagración de la catedral de Urgell. Se cree que ya existía la iglesia parroquial de Santa Maria, que fue reemplazada en el siglo XI por el edificio románico parcialmente conservado hasta hoy.
En el siglo XII, Castellar pertenecía a los dominios de los Mataplana, que se convirtieron en baronía alrededor de 1350. A lo largo del tiempo, la proximidad de la frontera con Francia influyó en su historia, especialmente durante conflictos bélicos. En las últimas décadas, Castellar de n’Hug se ha transformado en un destino ideal reconocido por su arquitectura tradicional y belleza natural.