Una de las mejores alternativas para relajar completamente el cuerpo y la mente son los balnearios. Desde hace siglos estos destinos se han vuelto populares para los visitantes, debido a los tratamientos terapéuticos y aguas curativas que ofrecen. A media hora de Barcelona, se encuentra un balneario que ofrece una experiencia por menos de 30 euros.
Hablamos de Las Termas, un hotel ubicado en La Garriga que se distingue por sus vidrieras, el lujo y la fusión de las aguas con la arquitectura. Este balneario fusiona la elegancia modernista con las propiedades curativas de sus aguas termales.
Siglo XIX
El origen de Las Termas se remonta al siglo XIX, cuando Josep Martí, inspirado por el éxito del Balneario Blancafort, decidió crear sus propias termas en La Garriga, aprovechando la rica tradición termal de la región, que ya albergaba seis establecimientos balnearios. Baños Martí se convirtió rápidamente en sinónimo de éxito y, tras una fusión con su competencia, se convirtió en Adjutori Blancafort.
A lo largo de los años, estas termas han sido testigo de la evolución de La Garriga, superando desafíos históricos como la Guerra Civil. La familia Jubany tomó las riendas del balneario, rebautizándolo como Termas Victoria en 1943, manteniendo así viva la rica tradición termal. Más tarde, en el siglo XXI, recuperó su nombre actual.
Propiedades curativas
Además de ser un hito histórico, Las Termas es un centro contemporáneo de bienestar. Sus aguas mineromedicinales, reconocidas por sus beneficios terapéuticos, ofrecen tratamientos que van desde activar la circulación hasta proporcionar efectos sedantes, brindando un escape perfecto de las tensiones diarias.
Con una amplia gama de servicios como saunas, jacuzzis y masajes adaptados a las necesidades individuales, Las Termas se enorgullece de ofrecer una experiencia rejuvenecedora en un espacio que respeta la historia y la arquitectura modernista, todo a un precio asequible de menos de 30 euros.
Para llegar, desde Barcelona son menos de 40 minutos por la C-17.