Michael y Jennifer tenían una relación tóxica. Iban y venían, se dejaban y volvían. Así lo han explicado a Metrópoli amigas de la infancia de la joven, que este lunes sufrió las consecuencias de la "locura", como ellas dicen, de su pareja: Michael le amputó la mano izquierda.

La alerta saltó sobre las 16:30 horas y lo avanzó este medio: la policía estaba buscando a un hombre que se había fugado tras agredir brutalmente a su pareja en Santa Coloma de Gramenet. Se trataba de Michael Reyna, un joven de unos 30 años que vivía con Jennifer y sus tres hijas en común.

Desaparecido

Los Mossos d'Esquadra y las policías locales de alrededor, incluida la Guardia Urbana de Badalona, activaron un rápido dispositivo de búsqueda y captura después de recibir el aviso de la agresión. Tras la amputación, Michael escapó en su propio coche, pero horas después, concretamente este martes, se entregó en la comisaría de los mossos de Nou Barris.

Fueron las amigas de Jennifer quienes difundieron a las pocas horas del suceso la identidad de Michael a través de las redes sociales. Incluso facilitaron el modelo del vehículo en el que se fugó y la matrícula. ¿Su intención? Que capturasen al hombre que maltrataba a su amiga.

Una relación tóxica

Según las chicas, Michael ya llevaba tres días desaparecido antes de cometer el ataque. Este lunes, 16 de septiembre, regresó a la vivienda que compartía con su pareja y sus tres hijas y le propuso a Jennifer ir a recoger juntos a las pequeñas a la salida del colegio: "Bajaron y cuando llegaron a los buzones, él comenzó a agredirla", explica una amiga. "No tuvieron ninguna discusión previa".

Sin embargo, la relación de ambos no era un cuento de hadas. Michael y Jennifer se habían dejado y vuelto muchas veces: "Como pasa en estos círculos de maltrato, que se dejan, pero recaen, entran en la fase de luna de miel y así", lamenta otra de las conocidas de la chica. La última noticia que tenían era que ya no estaban juntos: "En principio se habían dejado".

Drogado

Hubo algo decisivo en la terrible decisión de amputarle la mano a su ya expareja y es que Michael, según testimonios cercanos, lo hizo bajo los efectos de las drogas: "Tuvo que meterse de todo para llegar a hacer eso", comentan fuentes cercanas a su círculo.

Una mutilación que responde a algo más: "Cortar la mano significa traición", explican las mismas fuentes. Y, de hecho, Michael estaba obsesionado con que su ex pareja rehiciera su vida con otra persona. Aunque las amigas de Jennifer lo niegan: "Veía cosas donde no había". 

Entrega

Finalmente, Michael ha decidido entregarse ante los mossos este martes, poniendo así fin a su huida. Algo que no sorprende a una parte de la comunidad ecuatoriana asentada en Barcelona, que asegura que "es muy difícil escapar de España sin tener un plan". 

Ahora, los familiares y amigos de Jennifer respiran más tranquilos, pero no son positivos: "Me da pena porque sé que no le va a caer nada de condena, saldrá de rositas, pero lucharemos para que no sea así", dice una de las amigas de la herida. La víctima se recupera favorablemente en el hospital Can Ruti de Badalona y ha podido recuperar la mano cortada. Los médicos están a la espera, eso sí, de que el flujo sanguíneo haga su trabajo.

Condena colomense

Por su parte, ante los hechos, el Ayuntamiento de Santa Coloma ha condenado enérgicamente la agresión y han activado los servicios de soporte para las víctimas de violencia de género y su entorno familiar.

A raíz del suceso, el ejecutivo local convocó un minuto de silencio en la plaza de la Vila para expresar su rechazo ante este tipo de violencias.