Tras más de una década abandonado, el club de tenis que gestionaron los Sánchez Vicario en Viladecans tendrá una nueva vida. Según ha podido saber Metrópoli, Tenis Mar –ubicado en el camino de Serral Llarg– se transformará en un beach club de alto standing de 12.000 metros cuadrados bautizado bajo el nombre de Munay. Tres socios afincados en Barcelona han comprado el centro deportivo con el fin de “revivir el espíritu que tenía el club en la época”, tal como apuntan los mismos a este digital.
Club de alto standing
El club contará con más de 12.000 metros cuadrados de instalaciones distribuidos en 13 pistas panorámicas de pádel al aire libre, un campo de tecnificación de fútbol, una piscina semiolímpica climatizada con jacuzzi y hamacas balinesas, restaurantes de gastronomía fusión, una zona chillout de 1.000 metros cuadrados y una sala polivalente de 150 metros cuadrados diseñada para eventos tanto corporativos como privados. Una fuerte apuesta que espera convertir Munay en el centro deportivo y de ocio de referencia de Barcelona.
Uno de los aspectos más destacados del club será su espíritu de comunidad. Romper con las barreras de la exclusividad es uno de los principios básicos de los nuevos propietarios, que aspiran a “ser un emplazamiento donde el deporte no esté reservado solo a unos pocos”, expresan los mismos a este medio. “En Munay, el deporte, la diversión y la comunidad serán accesibles para todos, honrando el carácter inclusivo y familiar de nuestros predecesores”, señalan.
Clan del tenis español
Joaquim Tarrés fundó Club Tenis Mar en Viladecans en 1974. Su objetivo era hacer del tenis un deporte más accesible, ya que en aquel entonces estaba reservado para la élite. Con esta premisa, el centro deportivo se convirtió en uno de los más competentes de la zona. El club, que en sus inicios tan solo contaba con cuatro pistas de tenis, acabó albergando nueve, una piscina, dos pistas de pádel y tres de squash.
Albert, hijo de Tarrés, se encargaba de gestionar el espacio, en el que también se organizaban torneos de tenis tanto internos como oficiales. Los años dorados de Tenis Mar fueron los 80 y los 90, dado el aumento de la popularidad del tenis. El centro deportivo acabó convirtiéndose en un club social y en la “casa” de muchas caras conocidas como Pepe Rubianes, Andy Murray o el extenista español Emilio Sánchez Vicario.
En 2003, Emilio Sánchez Vicario, el patriarca del clan más famoso del tenis español, alquiló las pistas de tenis del club para desarrollar su escuela de formación. Pero la marca Sánchez Vicario no fue suficiente y el fracaso en la gestión catapultó a Tenis Mar al cierre diez años más tarde, en 2013 (y uno después de que estallara la guerra judicial entre Arantxa y su familia, acusados de apropiación indebida). Según detallan fuentes internas, el centro también cerró porque “no había suficiente gente ni una economía lo bastante fuerte como para mantenerlo en marcha, dadas las circunstancias y la competencia”.
Legado de Tenis Mar
Francisco Abad Arce, Michel De Voronine y Brenda Boza Cobarrubias son los tres socios fundadores de Munay Club Viladecans. Tal como han expresado a Metrópoli, su intención es “recoger el legado de la familia Tarrés”, es decir, que Munay sea un club abierto, con los precios más competitivos de la zona a nivel deportivo. “Estamos entusiasmados por la oportunidad de aportar al desarrollo local y colaborar en proyectos que beneficien a la comunidad”, señalan los mismos.
“En Viladecans no hay instalaciones como las nuestras”, apunta Francisco, que reside en Sant Pere de Ribes. Su familia tiene un bufete de asistencia jurídica en Castelldefels, donde viven Michel y Brenda, que son pareja. Michel también cuenta con numerosas sociedades, entre ellas, varias instalaciones de pádel en Viladecans. Su experiencia en el sector les abre la puerta a situarse entre los beach clubs de renombre que han abierto recientemente en Barcelona –como Bastian Beach o Beso Beach–.
La fecha estimada de apertura de Munay está prevista para la segunda quincena de diciembre o, en el caso de que se retrasen las obras, en enero de 2025.