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Los negocios tradicionales parecen estar viviendo sus últimos días. En Barcelona, numerosos establecimientos han cerrado sus puertas, ya sea por jubilación de sus propietarios o por la falta de relevo generacional. Y por lo visto, esta tendencia también ha llegado al municipio de Terrassa.

En los últimos años, varios de los locales más emblemáticos de esta localidad cercana a la capital catalana han echado el cierre. El más reciente ha sido el bar cafetería Petit Palau, que cierra sus puertas tras 41 años por jubilación.

En concreto, el establecimiento está situado en el arrabal de Montserrat. Fundado en diciembre de 1983, los hermanos Antonio y Juan Aguilera lo han mantenido en pie sirviendo cafés, refrescos, cervezas y bocadillos hasta este momento.

Jubilación

Antes de emprender su propio negocio en los años 80, Juan y Antonio Aguilera trabajaban en una empresa distinta. Con el deseo de ser dueños de su propio destino, decidieron unirse para llevar a cabo este proyecto, cuando tenían 23 y 26 años.

Este jueves, después de 41 años de dedicación, ambos se enfrentan al momento de su jubilación, poniendo fin a una etapa llena de esfuerzo y logros. A lo largo del tiempo, el local ha permanecido casi inalterado, y la cafetería ha sabido conservar su esencia, manteniendo un ambiente cálido y acogedor.