El cuartel de Santa Eulalia de Sant Boi, pendiente de traslado
"Distrito Z": El futuro de la vivienda en Sant Boi, pendiente del eterno traslado del cuartel militar
El consistorio y el Ministerio de Defensa firmaron una declaración de intenciones en abril de 2022 y más tarde el Gobierno anunció un plan para construir 1.600 viviendas en ese espacio
Sant Boi de Llobregat hace décadas que espera el traslado del acuartelamiento de Santa Eulalia y la subestación eléctrica de Fecsa, en manos de Endesa. La instalación militar, situada en el centro del municipio, se ha convertido en un área estratégica para levantar un nuevo barrio que ayude a solucionar el grave problema de vivienda que sufre la ciudad y el área metropolitana de Barcelona.
"El traslado del cuartel de Santa Eulalia, situado en pleno casco urbano de Sant Boi, es un paso necesario para poder llevar a cabo uno de los principales proyectos transformadores previstos en la planificación estratégica del futuro de la ciudad", han explicado a Metrópoli desde el consistorio que lidera Lluïsa Moret.
Tras años de reclamaciones y varios intentos fallidos, el Ayuntamiento y el Ministerio de Defensa firmaron en abril de 2022 un acuerdo de intenciones para trasladar las instalaciones militares a otro espacio para poder construir 1.600 viviendas públicas.
El Ministerio de Defensa y el Ayuntamiento de Sant Boi durante la firma del documento
Negociaciones en marcha
Por aquel entonces, la titular de Defensa, Margarita Robles, aseguró que el traslado era "próximo" y que había un "compromiso firme" para realizarlo. Pese a ello, tras más de dos años y medio aún no ha habido ningún anuncio oficial ni declaraciones públicas que vislumbren una solución a corto plazo.
Fuentes municipales han asegurado a este digital que las negociaciones siguen avanzando, aunque no hay nada cerrado. Según han apuntado desde el consistorio, en la actualidad, el Ayuntamiento trabaja activamente con el Ministerio de Defensa para avanzar en una solución que permita hacer efectivo traslado de la instalación militar a una ubicación alternativa y contar con el correspondiente plan funcional.
Desde el gobierno local añaden que hacer realidad este proyecto estratégico es "una operación compleja, sólo posible con inversión pública, dado que es necesario trasladar a un emplazamiento alternativo un cuartel en servicio y una gran infraestructura eléctrica".
Exteriores del cuartel militar de Sant Boi de Llobregat
Crear un nuevo barrio: el Distrito Z
Situados en sus inicios en los exteriores del municipio, el crecimiento poblacional ha integrado el acuartelamiento y la estación eléctrica en pleno centro de Sant Boi, especialmente con la construcción de los barrios de Casablanca y Camps Blancs. Estos dos núcleos poblacionales crecieron tras el cuartel, que ha acabado dividiendo la ciudad.
El paso de los años ha dejado al cuartel sin uso, ya que en los últimos años se ha venido usando como un centro para realizar inspecciones y reparaciones de vehículos militares. Lejos de su máximo apogeo de actividad de las décadas de 1970 y 1980, vecinos y Ayuntamiento piden su traslado.
El plan es construir un nuevo barrio, el llamado 'Distrito Z', que debe convertirse en uno de los grandes núcleos poblacionales del municipio del Baix Llobregat y el espacio donde construir un potente parque de vivienda pública. Su nombre se ha vinculado con la 'generación Z', para quienes se quiere pensar cuando se planifica el barrio y las viviendas.
En el espacio que debe quedar libre, el Ayuntamiento tiene planificado crear "el nuevo centro de ciudad". El 'Distrito Z' está pensado para que tenga una extensión de 16 hectáreas, las 12 que debe dejar el cuartel militar de Santa Eulalia y las otras cuatro de la estación eléctrica Fecsa.
La subestación eléctrica de Fecsa en Sant Boi de Llobregat
Según apuntan desde el consistorio, el nuevo centro ayudará en el futuro a vertebrar urbanística y socialmente los barrios de Sant Boi, dar respuesta a las necesidades de vivienda asequible y configurar un nuevo espacio público con los criterios de calidad urbana, innovación y sostenibilidad de un urbanismo del s.XXI.
Construir 1.600 viviendas
De hecho, en pleno debate por los elevados precios del alquiler, el Gobierno que preside Pedro Sánchez anunció en abril de 2023 un plan para construir 20.000 viviendas públicas en terrenos propiedad de Defensa. Más tarde, el Consejo de Ministros autorizó al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) para que adquiriese a través de la entidad pública de suelo Sepes los terrenos del acuartelamiento de Sant Boi.
De las dos decenas de miles de viviendas que se anunciaron, el plan es construir unas 1.600 en este espacio militar y de la subestación. Su construcción aliviaría el mercado de la vivienda en la ciudad y su entorno, que sufre una tensión especial al tratarse de un municipio metropolitano.
Eso sí, la falta de traslado definitivo del acuartelamiento y de la estación eléctrica han impedido que se haya avanzado en la planificación. De hecho, los 108.000 metros cuadrados de terreno disponible no son ni tan solo suelo finalista, que es la consideración que recibe el terreno que tiene finalizada su gestión urbanística y es apto para solicitar las autorizaciones necesarias para comenzar la urbanización y edificación.
La entrada del cuartel de Santa Eulalia de Sant Boi
Tres intentos más
El consistorio ya ha intentado sin éxito trasladar el acuartelamiento de Santa Eulalia y la estación eléctrica hasta en tres ocasiones con la firma de acuerdos con Defensa en 2003, 2007 y 2011. En todos ellos, como en esta ocasión, el PSC gobernaba en el Ayuntamiento y el PSOE en la Moncloa, lo que puede favorecer el acuerdo. De hecho, en esta ocasión los socialistas lideran el consistorio, la Diputación de Barcelona, la Generalitat y el Gobierno, lo que debería ayudar a llegar a un acuerdo complejo.
Sin embargo, la falta de concreción y los obstáculos económicos hicieron que los planes nunca se materializaran. A lo largo de los años, se firmaron convenios y se crearon consorcios con la intención de transformar esa zona en un nuevo sector residencial, con viviendas de protección oficial incluidas, pero los proyectos fueron posponiéndose constantemente.
La crisis económica de finales de la década de 2000 fue un factor clave que paralizó estos esfuerzos. La falta de recursos para financiar las complejas operaciones urbanísticas y la necesidad de coordinar a tres administraciones diferentes hicieron que las promesas quedaran en el olvido.
