
Imagen de la nueva oficina a la que se ha destinado los vecinos de Camps Blancs de Sant Boi
Los vecinos de Camps Blancs de Sant Boi se resignan tras más de un mes sin oficina de banco: "Lo van a dejar morir"
Las conversaciones entre entidades vecinales, Ayuntamiento y CaixaBank no han dado con una solución favorable para los intereses de los afectados por el cierre y traslado de la oficina
Antecedentes: El barrio de Camps Blancs de Sant Boi se queda sin oficinas de banco: "Ha sido una mala jugada"
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Resignados. Los vecinos de Camps Blancs han perdido la esperanza de poder encontrar una solución beneficiosa para la clausurada oficina bancaria de CaixaBank, la última que quedaba abierta en el barrio de Sant Boi de Llobregat.
La sucursal bancaria cerró el pasado 8 de enero, obligando a los vecinos, en muchos casos personas mayores con dificultades de movilidad, a desplazarse unos 900 metros para poder realizar trámites presenciales.
El nuevo local a los que se les ha trasladado se encuentra en la Ronda Sant Ramon, en pleno barrio de Casablanca. En el lugar donde antes había la antigua sucursal, ahora únicamente se mantiene abierto un cajero automático.

Los vecinos protestan por el cierre de la oficina
Los mayores, los más afectados
El impacto ha sido especialmente duro para las personas mayores, muchas de las cuales no están familiarizadas con la banca digital y tienen dificultades para desplazarse a la nueva sucursal.
En este sentido, desde la Asociación Vecinal de Camps Blancs han señalado que el cierre del banco profundiza la brecha social y digital que ya enfrentaban, con la digitalización de los servicios bancarios, que excluye a una parte importante de la población.
Sin novedades en las conversaciones
Según han confirmado tanto fuentes vecinales como municipales a Metrópoli, la situación no ha cambiado en los últimos días. El consistorio se implicó desde el momento en que se conoció la noticia, pero ni la intervención municipal, ni la de la misma alcaldesa Lluïsa Moret han podido dar con una solución fructífera.
La sensación que los vecinos han trasladado a este digital es que los afectados han acabo aceptando el cierre y traslado, pese a la oposición inicial. Las negativas de la entidad bancaria han acabado por enterrar el movimiento vecinal.

Una vecina durante una concentración por el cierre
Un primer intento de cierre fallido
CaixaBank ya intentó cerrar la sucursal afectada hace poco más de cuatro años. En aquel momento, en plena pandemia de Covid-19, la fuerte oposición vecinal y la intervención del Ayuntamiento impidieron cerrar la oficina.
Los vecinos se movilizaron y consiguieron tumbar la decisión inicial de la entidad, algo que no ha sucedido esta vez, cuando la decisión se anunció a las puertas de la campaña navideña, lo que también ha dificultado la organización de un movimiento vecinal.

La nueva oficina de CaixaBank a la que se ha desplazado a los vecinos de Camps Blancs
Rechazo a las propuestas vecinales
Rechazadas las alternativas de los vecinos y entidades vecinales, la entidad bancaria no se ha movido de su posición inicial: el cierre es irreversible. "Una vez se cierra no se vuelve a abrir", aseguraron fuentes internas de CaixaBank a este digital.
Por el camino se han quedado varias propuestas vecinales, que fueron rebajando sus pretensiones y su oposición frontal al cierre mientras aceptaban que la entidad no volvería a abrir la oficina.
La Asociación de Vecinos La Unión de Camps Blancs ha propuesto varias soluciones, como la reapertura parcial de la oficina durante ciertas mañanas de la semana o la implementación de un servicio de Banca Móvil durante los días de cobro de pensiones, similar al que se ofrece en otras localidades sin sucursales bancarias y con menos habitantes que el barrio de Sant Boi.
No obstante, la entidad bancaria ha descartado estas opciones, argumentando que la oficina de Casablanca es suficiente para cubrir la demanda.