
La tienda de Electrodomésticos Lozano en Sant Boi de Llobregat
Una tienda de electrodomésticos de toda la vida de Sant Boi agota las existencias de radios por el histórico apagón: "Fue una locura"
Los transistores se convirtieron en el medio para seguir conectados con la actualidad y en esta tienda del municipio del Baix Llobregat pasaron de no vender ninguno a quedarse sin existencias
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"Existencias agotadas". La tienda Electrodomésticos Lozano, en Sant Boi de Llobregat, vendió todos los transistores, radios y pilas que tenían en sus estanterías tras el apagón histórico que dejó a España sin luz durante horas.
Ubicado en el número 102 de la Ronda de Sant Ramon, el comercio está abierto desde el año 1996, pero en pocas ocasiones había registrado una venta tan destacada de transistores, que habían dejado paso a los móviles y al consumo de radio por internet.
Durante unas horas, que se hicieron eternas, Barcelona y su área metropolitana se apagó. Una ciudad sin semáforos, sin trenes, sin cobertura, sin datáfonos. Una ciudad donde, de golpe, volvieron a cobrar importancia los billetes en papel, las pilas y, por sorprendente que parezca, las radios de toda la vida.

Un transistor en una imagen de archivo
La radio, la única conexión con el exterior
Desconectados de internet, los transistores se volvieron en el único medio de comunicación para mantenerse conectado a lo que pasaba en el mundo. De esta forma, la radio —ese aparato aparentemente obsoleto— volvió a ser el vínculo con el mundo exterior. Y en una tienda de barrio, donde normalmente se cubren de polvo en las estanterías, ayer se vendieron como pan caliente.
La tienda pasó en pocas horas de vender transistores solo a alguna que otra persona mayor nostálgica, a ver cómo se vaciaban las estanterías como en vísperas del fin del mundo.
“Fue una locura”, cuentan con humor desde la tienda. Sin luz, sin internet y sin poder cobrar con tarjeta. "Por suerte, hacia las tres de la tarde, aquí ya nos volvió el suministro", aseguran. Hasta ese momento, no podían consultar pedidos, revisar existencias ni cobrar con tarjeta. Solo aceptaban efectivo. Y lo curioso, en un momento en que se ha vuelto habitual pagar con el móvil, es que la gente lo llevaba.

Un transistor en una imagen de archivo
Las escenas de ese lunes fueron inéditas. Gente preguntando si podían fiar, otros contando monedas, y algunos, incluso, trayendo billetes grandes para llevarse lo que quedaba. “Aquí de fiar, nada”, dicen entre risas desde la tienda. “Por suerte, por la tarde ya pudimos volver a cobrar con tarjeta", añaden.
Sin transistores
De hecho, este tipo de productos se habían dejado de vender. "Hay muchos días en los que no vendemos ni uno", aseguran desde la tienda.
"Vendemos unas diez radios al mes. Ayer vendimos veinte", añaden. "Y porque se acabaron", lamentan. La escasa demanda de este tipo de producto había hecho que las existencias fueran bajas en la tienda, aunque aseguran que incluso este martes, 29 de abril, sigue habiendo personas que preguntan para comprar un transistor. "Aún hoy la gente pregunta si tenemos", explican.
Las pilas, por supuesto, también volaron. "Si hubiéramos vendido fogones de gas o linternas, también nos los habrían sacado de las manos”, añade.

Escaparate de la tienda de electrodomésticos de Sant Boi de Llobregat
Vuelta al pasado
La situación refleja un fenómeno que se repitió en otras tiendas de barrio, ferreterías y pequeños comercios: un regreso forzado a los métodos analógicos. Donde no hubo ordenador, hubo papel y bolígrafo. Donde no hubo Google, hubo transistor. Y donde no hubo tarjeta, el efectivo volvió a tomar el protagonismo.
Mientras la ciudad vuelve poco a poco a la normalidad, en esta tienda ya preparan un nuevo pedido de radios. Por si acaso. Porque si algo ha dejado claro el histórico apagón del 28 de abril es que, en momentos de crisis, lo más básico vuelve a ser esencial. Y que, aunque vivamos en pleno 2025, a veces necesitamos volver a los viejos hábitos para sobrevivir a la incertidumbre. "En los próximos días supongo que seguiremos vendiendo unas cuantas", han asegurado desde la tienda.