Cala Grossa, Sant Pol de Mar

Cala Grossa, Sant Pol de Mar Metrópoli Abierta

Gran Barcelona

Ni Cadaqués ni Calella: el pueblo pesquero a menos de una hora de Barcelona perfecto para una escapada de un día

Patrimonio marinero, playas tranquilas y gastronomía local a menos de 50 km de la capital catalana

Giro de 180 grados en estas playas de Barcelona: llega una nueva prohibición desde este verano

Leer en Catalán
Publicada

Noticias relacionadas

A orillas del Mediterráneo, entre colinas verdes y vías de tren que serpentean junto al mar, Sant Pol de Mar ofrece una experiencia que va más allá del típico destino de playa.

A solo 45 minutos de Barcelona, este municipio del Maresme condensa siglos de historia, una arquitectura singular y una cultura marinera que se respira en cada rincón.

Vistas panorámicas de Sant Pol de Mar

Vistas panorámicas de Sant Pol de Mar Metrópoli Abierta

Recuerdos de un pueblo de pescadores

Este pequeño pueblo creció en torno al monasterio de San Pablo en el siglo X. Lo que en sus orígenes fue un asentamiento humilde de pescadores, evolucionó en los siglos XIX y XX en un codiciado destino de veraneo para las clases acomodadas de Barcelona, atraídas por la llegada del ferrocarril.

Sant Pol de Mar / Foto: Catalunya.com

Sant Pol de Mar / Foto: Catalunya.com

Hoy, el visitante que recorre sus calles empedradas encuentra una mezcla auténtica de casas blancas tradicionales y viviendas modernistas con detalles de hierro forjado, mosaicos y balcones ajardinados.

Edificios como Can Planiol, Cal Dr. Roure o las antiguas escuelas públicas conviven con villas indianas como Ca l’Adroher o El Pla, construidas por emigrantes que hicieron fortuna en América. Algunas de estas casas aún conservan fuentes ornamentales y palmeras que revelan un pasado cosmopolita en pleno entorno marinero.

Un litoral de playas diversas

La costa de Sant Pol de Mar es escarpada, recortada, y ofrece una secuencia de playas y calas muy distintas entre sí. Desde tramos amplios con servicios urbanos hasta rincones apartados, ideales para quien busca privacidad o contacto más directo con la naturaleza.

  • Playa de les Barques: céntrica, con bandera azul y fácil acceso.

  • Playa La Murtra y Playa La Roca Grossa: apartadas y frecuentadas por bañistas que practican el nudismo.

  • Playa El Morer: ubicada junto a un antiguo hospital, es acogedora y discreta.

  • Otras como Can Villar, Roques Blanques o La Platjola ofrecen un paisaje más natural y menos urbanizado, con arena gruesa, aguas limpias y pequeños muros de roca que protegen del viento.

Un recorrido a pie por el camino de ronda que une las calas permite disfrutar del sonido del tren, del olor a sal y pino, y de las vistas abiertas al horizonte, sin la masificación de otros enclaves turísticos.

Cala Grossa, Sant Pol de Mar

Cala Grossa, Sant Pol de Mar Metrópoli Abierta

Cocina local: sin artificios, con sabor

No es necesario rebuscar en menús complicados para comer bien en Sant Pol. La cocina aquí habla de producto fresco y técnica heredada.

Los pescados a la brasa, los arroces caldosos, las anchoas en aceite o los mariscos al vapor se preparan con sencillez, pero con respeto al sabor y al origen

Una playa de Sant Pol de Mar / Foto: Catalunya.com

Una playa de Sant Pol de Mar / Foto: Catalunya.com

Muchos de los restaurantes se abastecen directamente del pequeño mercado local o de pescadores que todavía faenan en el puerto vecino de Arenys de Mar.

Cómo llegar desde Barcelona

  • En coche: el trayecto desde Barcelona es de aproximadamente 40 minutos por la autopista C-32 (peaje incluido) o la N-II (sin peaje), cubriendo una distancia de unos 48 kilómetros.

  • En tren: la opción más cómoda. La línea R1 de Rodalies de Catalunya conecta Barcelona (estaciones como Plaça Catalunya, Arc de Triomf o El Clot) con Sant Pol de Mar en unos 58 minutos, con una frecuencia de paso aproximada de 30 minutos.

  • En autobús: compañías como Sagalés ofrecen rutas que comunican Barcelona con Sant Pol de Mar, especialmente durante los fines de semana y verano. El trayecto suele durar entre 40 y 60 minutos dependiendo del tráfico.

Tren de la R1 de Rodalies en la estación de Cabrera de Mar / METRÓPOLI

Tren de la R1 de Rodalies en la estación de Cabrera de Mar / METRÓPOLI