Exterior del Hospital Esperit Sant, en Santa Coloma de Gramenet

Exterior del Hospital Esperit Sant, en Santa Coloma de Gramenet

Gran Barcelona

La lucha de una paciente contra el hospital Esperit Sant de Santa Coloma: "Me han arruinado la vida"

N.Mallet, vigilante de seguridad de profesión, se sometió en 2020 a una operación de rizoartrosis bilateral que le dejó con dolor de por vida: pide que alguien del centro médico entone el 'mea culpa'

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Siempre quiso ser policía y le habría encantado ir a la mili, pero terminó decantándose por el mundo de la seguridad privada. Fueron 20 años de mucho trabajo en los que luchó por mejoras laborales para ella y sus compañeros. Una vida de batalla que llegó a su fin en 2020, cuando tuvo que pasar por quirófano.

N.Mallet se sometió a dos procedimientos quirúrgicos en la Fundació Hospital de l'Esperit Sant. El primero en 2015 por una rizoartrosis en la mano derecha. Y el segundo por el mismo motivo, pero en la mano izquierda, cinco años más tarde. Una condición que puede llegar a causar mucho dolor, rigidez y limitación en el movimiento del pulgar.

La mano afectada de N.Mallet tras la operación

La mano afectada de N.Mallet tras la operación CEDIDA

Vigilante antiokupa

La mujer de 57 años y vecina de Sant Adrià de Besòs vive limitada. Quiere que alguien se responsabilice de lo que le ocurrió y por eso cuenta su historia a Metrópoli.

N.Mallet pasó sus últimos años laborales trabajando en el Bon Pastor como vigilante antiokupas. "Mi binomio y yo hacíamos rondas cada dos horas por diferentes edificios. Teníamos las llaves de las porterías y de los cuadros de contadores", cuenta a este medio. En total, más de 100 "puntos de marcaje" a diario con turnos de 06:00 a 18:00 horas. O de 18:00 a 06:00. "He llegado a hacer 400 horas en un mes", recuerda la mujer.

Efectos devastadores

Fueron esos gestos repetitivos de manipulación de las llaves los que llevaron a la protagonista de esta historia a sufrir rizoartrosis bilateral --en ambas manos-- y síndrome del túnel carpiano. ¿Sus efectos? Dolor en la base de ambos pulgares, especialmente al realizar movimientos de pinza como abrir tarros o abotonar la ropa. También causa pérdida de fuerza, rigidez y deformidad en la articulación. Además, los síntomas suelen empeorar durante la noche, despertando a la persona.

Cuando estas dos condiciones se presentan simultáneamente, los efectos se agravan, provocando un dolor más constante y extendido, mayor limitación funcional y pérdida de autonomía para realizar actividades diarias como escribir, usar el móvil o vestirse.

Primera operación

Por todo ello, la afectada se sometió a una primera intervención quirúrgica en el 2015. "La doctora M.V. me operó de la mano derecha". Y fue muy bien. "A los cuatro meses ya estaba trabajando de nuevo".

No fue así en la segunda operación, en el 2020. Cuando una de las doctoras, S.S. , le dijo que era especialista de hombro le "chirrió". Pero confió en el equipo una vez más tras la buena experiencia del 2015. Aunque algo falló.

Exterior del hospital Esperit Sant de Santa Coloma

Exterior del hospital Esperit Sant de Santa Coloma CEDIDA

Un "tirón muy fuerte"

N.Mallet relata así lo ocurrido: cuando la doctora le colocó el brazo para iniciar la intervención, la paciente notó un tirón "muy fuerte": "Sentí dolor hasta con la anestesia puesta. Mucho más que cuando te dislocas el hueso". La afectación le subió al hombro.

En este punto, la entrevistada confiesa que lleva toda la vida teniendo síndrome de manguito rotador. "He estado nadando más de 26 años", explica. Una lesión común entre los que practican este deporte, pero que no se asemejaba en nada al dolor que sintió en quirófano.

¿Síndrome simpático-reflejo?

A los 15 días, la afectada volvió al hospital para el retiro de puntos de sutura de la mano. "Y cuando la doctora lo vio, se asustó", asegura. La extremidad presentaba una hinchazón fuera de lo común. "No me pasó con la otra mano".

Aún así, desde el centro sanitario lo achacaron al síndrome simpático-reflejo, un trastorno neurológico poco común, pero doloroso, después de una cirugía sin causa aparente. Se cree que está relacionado con un mal funcionamiento del sistema nervioso simpático, que es el que regula respuestas automáticas como el flujo sanguíneo, la sudoración o la temperatura de la piel. "En resumen, decían que era mi cuerpo el que reaccionaba mal a la operación", denuncia N.Mallet.

Rehabilitación y medicación

A partir de ahí, una odisea. La derivaron a rehabilitación a Badalona mientras estaba de baja. Dos o tres meses yendo a diario. Pero el daño persistía a pesar incluso de la fuerte medicación que le recetaron en la Unidad del Dolor.

La desesperante situación la llevó a escribir una carta al hospital y a reunirse con el jefe de traumatología, pero no hubo solución. En vez de eso, la paciente decidió coger el alta voluntaria --porque tenía que subsistir-- y ponerse a trabajar en abril de 2022. Así pasó los ocho meses siguientes, hasta que entró en "crisis": "No podía más del dolor".

"Me han hundido"

Colegio de Médicos, Síndic de Greuges. Visitas al hospital. Mensajes, correos, llamadas. La paciente lo intentó todo y en ninguno de los organismos le dieron lo que quería: "No es dinero, solo que reconozcan el daño que me han hecho. La mala praxis. He recibido únicamente silencio administrativo y me han hundido, han acabado con mi profesión", denuncia, angustiada, N.Mallet . 

"Este capítulo de mi vida lo han escrito ellos", continúa la afectada, que lamenta no disponer del dinero suficiente para denunciar en un juzgado los hechos.

En seguimiento

Por su parte, y contactado al respecto, el hospital Esperit Sant de Santa Coloma ha informado a Metrópoli de que están al tanto del caso de N.Mallet: "El 31 de mayo del 2021, tras una reclamación a través del Servei d'Atenció a l'Usuari de L'Hospital, tuvo lugar una reunión con la jefa de Atenció a l'Usuari y el jefe del Servei de Cirurgia Ortopèdica i Traumatologia durante la que se acordó hacer seguimiento del caso a través de sesiones de rehabilitación y la Clínica del Dolor".

Al centro sanitario le consta que la paciente ha sido visitada por diferentes especialidades y que, actualmente, continúa en seguimiento por parte de su equipo asistencial. Además, desde el hospital se ha colaborado con el Colegio de Médicos de Barcelona facilitando la información médica y la trazabilidad clínica del caso.