Sant Adrià de Besòs tiene este verano algo que Barcelona ha perdido: el emblemático cine al aire libre que durante años se celebraba en la montaña de Montjuïc.
El nuevo escenario no podría ser más idóneo: las Tres Chimeneas, ese imponente vestigio del pasado industrial de la ciudad, ofrecen un telón de fondo perfecto para disfrutar del séptimo arte bajo las estrellas.
Espectadores en el cine al aire libre de las Tres Chimeneas de Sant Adrià
Sin embargo, la magia se diluye pronto. La experiencia, que sobre el papel prometía acercar la cultura a un nuevo entorno metropolitano, acaba dejando un sabor agridulce. Al menos para los locales.
Las tumbonas se llenan, sí, pero de turistas. De postureo. De un público que probablemente nunca había pisado Sant Adrià y que posiblemente no volverá. Ni rastro de vecinos del barrio, ni de familias locales, ni de juventud adrianense disfrutando del plan.
Espectadores en el cine al aire libre de las Tres Chimeneas de Sant Adrià
Un escenario "instagrameable"
La apertura de puertas a las 20:00 horas concentra por lo menos un cuarto de hora antes a decenas de espectadores que forman una cola a lo largo de Eduard Maristany para acceder al recinto.
Una gran parte de esos usuarios llega a la zona en tren. Otros lo hacen en coche y muchos, en moto. La mayoría van preparados: portan neveras portátiles con botellas de vino e incluso copas o cubos de palomitas.
Espectadores en el cine al aire libre de las Tres Chimeneas de Sant Adrià
Nada más entrar, los asistentes sacan los móviles y comienza el espectáculo: fotos, vídeos, poses. Conocidos 'tiktokers' o 'influencers' hacen su trabajo: se graban contando su experiencia o su opinión acerca del evento. Apenas hay gente que disfrute del ambiente sin tener a mano alguna cámara o teléfono.
Espectadores en el cine al aire libre de las Tres Chimeneas de Sant Adrià
Zona picnic o tumbonas
La estética, eso sí, recuerda al más puro estilo Bryant Park de Nueva York. Los que han adquirido su entada en la zona 1 pueden organizar su propio picnic: plantan pareos y algunos incluso montan una romántica cena.
El resto, se conformarán --habiendo pagado cerca de 12 euros-- con tumbonas que llegan hasta donde alcanza la vista, prácticamente junto al mar.
"Como estés muy lejos no ves los subtítulos de la pantalla", comenta a Metrópoli un asistente de este miércoles, que no sabía que la película se proyectaba en versión original.
Espectadores en el cine al aire libre de las Tres Chimeneas de Sant Adrià
Gastronomía vegana
La gastronomía del recinto, lejos de buscar la diversidad o de integrar opciones tradicionales, se limita a propuestas veganas y vegetarianas: hamburguesas de Heura por 10 euros, nuggets de tofu opizzas sin rastro de jamón.
Una oferta que puede tener sentido en según qué contextos, pero que aquí termina de sellar la desconexión con el territorio.
Opciones de comida en el cine al aire libre de las Tres Chimeneas de Sant Adrià
Éxito rotundo
Lo que no se puede negar es la buena acogida de la iniciativa. Las entradas suelen estar agotadas, incluso si el espectador quiere comprarlas con antelación. Y la publicidad en redes sociales es brutal.
Un uso del abandonado espacio que es la punta del iceberg de todo lo que vendrá, pero que no tiene una esencia local que lo arraigue a Sant Adrià.
Espectadores en el cine al aire libre de las Tres Chimeneas de Sant Adrià
Información y acceso
Las entradas, horarios y detalles específicos del evento están disponibles en la página oficial del festival: www.salamontjuic.org.