Catalunya y el área metropolitana de Barcelona cuentan con algunas de las costas más atractivas del Mediterráneo, ideales tanto para los residentes como para quienes buscan una escapada cercana.
Desde las calas rocosas y cristalinas de la Costa Brava hasta las amplias playas de arena dorada del Maresme y la Costa Daurada, el litoral catalán ofrece una enorme diversidad de paisajes y experiencias.
Esta riqueza natural convierte a la región en un destino muy codiciado, especialmente en verano, cuando miles de personas se acercan para disfrutar del sol, el mar y la tranquilidad que muchas de estas playas aún conservan.
Playa de Ocata
La playa reconocida por National Geographic
En pleno verano, con las temperaturas alcanzando máximos y las playas de Barcelona saturadas por el turismo, muchos vecinos de la capital catalana buscan alternativas más tranquilas y auténticas.
A tan solo 30 minutos del centro de la capital catalana, existe un paraíso poco masificado que ha comenzado a captar todas las miradas: la playa de Ocata, en el Masnou, una joya del litoral del Maresme que National Geographic ha destacado entre las mejores playas de Catalunya.
Lejos del bullicio de las playas urbanas como la Barceloneta o Bogatell, Ocata ofrece un entorno más relajado, amplio y natural, ideal para quienes desean disfrutar del mar sin renunciar al confort ni a la calidad del agua.
Su arena dorada y fina, sus 2,5 kilómetros de extensión y su ambiente familiar y local la convierten en una de las mejores escapadas de proximidad desde la ciudad condal.
Imagen de la playa de Ocata / GOOGLE STREET VIEW
Calidad del agua y nudismo
Una de las principales ventajas de esta playa es su amplio espacio, algo especialmente valorado durante los meses de verano.
Además, la playa de Ocata cuenta con la prestigiosa Bandera Azul, un distintivo internacional que reconoce la calidad de las aguas, la seguridad, la limpieza y los servicios disponibles para los bañistas.
Para quienes buscan privacidad o experiencias más alternativas, Ocata también dispone de una zona habilitada para la práctica del nudismo, algo que no es habitual en todas las playas metropolitanas.
Playa de Ocata en el Masnou
Masnou: historia y gastronomía
Ocata no solo destaca por su entorno natural, sino también por su ubicación en el Masnou, un municipio con encanto que combina mar, historia y buena gastronomía.
Sus chiringuitos, el puerto deportivo y las opciones culturales de la zona complementan la experiencia de una jornada de playa distinta, lejos del turismo de masas.
En un contexto en el que las grandes ciudades como Barcelona sufren una creciente masificación turística, espacios como Ocata se consolidan como alternativas sostenibles y de calidad para los residentes locales y visitantes que buscan un turismo más respetuoso y calmado.
Casas del Masnou en una imagen de archivo
Cómo llegar
Otra de sus grandes ventajas es la facilidad de acceso desde Barcelona. En solo media hora se puede llegar en tren con la línea R1 de Rodalies, que bordea la costa y ofrece un trayecto panorámico.
También existen conexiones por autobús (líneas C-10, C-19, N-80, N-81 y C-15) y la posibilidad de llegar en coche particular a través de la C-31 o la Gran Via de les Corts Catalanes.
Para muchos barceloneses, se trata de la escapada de fin de semana perfecta: cerca, cómoda y sin aglomeraciones.
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