El barrio de Can Palmer en Viladecans en una imagen de archivo
Vecinos de Can Palmer piden soluciones "inmediatas" ante los ruidos nocturnos en Viladecans: "Es imposible dormir"
Los residentes reclaman más control policial y medidas firmes ante el incivismo que impide el descanso en el barrio, que se incrementa durante la temporada de verano
Los vecinos de Can Palmer denuncian ante la Síndica de Greuges los reiterados cortes de luz en Viladecans
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Gritos, golpes y música alta. La tranquilidad nocturna del barrio de Can Palmer, en Viladecans, ha desaparecido para sus vecinos. Desde hace meses, decenas de familias denuncian que el incivismo nocturno ha convertido el descanso en un lujo inalcanzable.
Desde la Asociación de Vecinos de Can Palmer han explicado a Metrópoli que algunas zonas del barrio, especialmente el paseo de Ponent, entre la avenida Doctor Fleming y de Gavà, se han transformado en puntos de encuentro donde grupos de personas se concentran de noche para beber, escuchar música o mantener conversaciones a voces.
Durante el día, la zona tiene escaso uso, pero al caer la noche “se llena de gente”, explican vecinos del barrio.
Edificios del barrio de Can Palmer de Viladecans
"Imposible dormir"
El problema se ha agravado en verano: las altas temperaturas obligan a mantener las ventanas abiertas, lo que hace que el ruido se escuche más en el interior de las viviendas. “Hay noches en que es imposible dormir. Nos levantamos agotados y nuestra calidad de vida se resiente”, explica uno de los vecinos.
“Nos tenemos que ir a trabajar temprano por la mañana y no hay forma de descansar por las noches”, añade otro de los residentes de la zona en conversación con Metrópoli.
Aunque reconocen que este verano ha habido cierta mejora respecto a años anteriores, los residentes critican que las medidas adoptadas son insuficientes. En julio, el Ayuntamiento puso en marcha un servicio de convivencia nocturna, pero los vecinos aseguran que la presencia policial es “puntual y poco disuasoria”.
Soluciones
La asociación vecinal ha reclamado en varias reuniones con el consistorio más patrullajes y mayor control en las zonas conflictivas, así como la retirada de bancos en determinados puntos para evitar que se concentren grandes grupos que generen molestias.
Por el momento, la respuesta institucional —lamentan— ha sido limitada, y los afectados insisten en que la situación es insostenible: “Queremos soluciones reales. Llevamos años denunciándolo y cada verano se ha repetido la misma historia”, explican miembros de la asociación vecinal en conversación con este digital.
"Necesitamos medidas inmediatas que pongan fin al problema", añaden.
Al cierre de esta edición, el Ayuntamiento de Viladecans no ha respondido a las preguntas realizadas por este medio.
Contenedores quemados en Can Palmer
Conexiones ilegales en Can Palmer
Además del ruido, los vecinos hace años que denuncian otros problemas que agravan la convivencia: ocupación de espacios públicos, cortes eléctricos frecuentes, basuras en áreas comunes y conductas incívicas como quemas intencionadas de contenedores o barbacoas con música a todo volumen hasta las primeras horas del día.
También es un problema recurrente del barrio las plantaciones de marihuana en el interior de los pisos, algunos de ellos okupados. Precisamente estas instalaciones son las culpables, aseguran los vecinos, de los cortes de luz, ya que están conectados a la red de forma irregular y con un elevado uso de energía.
El Ayuntamiento, consciente de este problema, ha aumentado su colaboración con Endesa para desconectar de forma progresiva muchos de los puntos de conexión fraudulentos. La última de las grandes actuaciones se llevó a cabo a inicios del pasado mes de julio, cuando se desconectaron en una misma operación hasta 23 pisos enganchados a la luz de forma fraudulenta.
Eso sí, los vecinos denuncian que, desafortunadamente, estas actuaciones "sirven de poco" porque consiguen restablecer las conexiones ilegales.
