El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, los alcaldes de Barcelona y Sant Adrià de Besòs, Jaume Collboni y Filo Cañete, y el secretario de Estado de Memoria, Fernando Martínez, en el acto de inauguración del Memorial del Camp de la Bota
Collboni defiende la memoria histórica en el homenaje del Camp de la Bota a las víctimas del franquismo
El espacio, ubicado en Sant Adrià de Besòs,
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El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha defendido la importancia de fortalecer la memoria histórica para combatir "la ultraderecha y nuevas formas del fascismo" en el acto inaugural del Memorial del Camp de la Bota de Sant Adrià de Besòs, que recuerda a los fusilados del inicio del franquismo.
"Hablar del Camp de la Bota es hablar de las 1.700 víctimas que fueron ejecutadas entre 1939 y 1952 con la represión franquista de la primera oleada", ha afirmado el alcalde.
Pese a que el espacio se encuentra fuera de la ciudad, Collboni ha expresado que es un lugar que los barceloneses sienten también como propio: "Pisamos un trozo de tierra que ha visto de cerca la miseria de las barracas así como la ignominia y el dolor".
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni
La alcaldesa de Sant Adrià de Besòs, Filo Cañete, ha recordado a los miles de personas "asesinadas por la represión, la barbarie y la intolerancia".
"La verdad no se puede callar aunque determinadas fuerzas y movimientos autoritarios intenten reescribir la historia", ha manifestado tras expresar su compromiso con la memoria democrática y la defensa de la paz y la convivencia.
Cómo es el memorial
El memorial, obra de Francesc Abad y titulado Bosque de huellas, está formado por un conjunto de tubos de acero verticales, al estilo de un cepillo invertido, así como la pintura en el suelo de color azul que representa la singularidad de cada una de las víctimas.
Según ha explicado el propio Abad en el acto, la escultura se basa en el concepto formulado por Walter Benjamin, que apostaba por "pasarle a la historia el cepillo a contrapelo".
A 250 metros en línea recta de la escultura hoy inaugurada se sitúa el muro de hormigón que representa el parapeto en el que fueron fusiladas las víctimas, obra también de Abad.
Este acto rinde homenaje a las 1.686 personas fusiladas por el franquismo en el Camp de la Bota entre 1939 y 1952, la mayoría de las cuales fueron inhumadas en el Fossar de la Pedrera del cementerio de Montjuïc.
