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Sin banderas ni partidos políticos. La tarde del 1 de octubre, L' L'Hospitalet de Llobregat se convirtió en el escenario de "una de las manifestaciones vecinales más multitudinarias de los últimos tiempos", según los propios vecinos.

Desde las cinco de la tarde, la Plaza de la Bobila comenzó a llenarse de personas de todas las edades. Una hora más tarde, la concentración se transformó en una marcha que avanzó hasta la plaza del Ayuntamiento.

La protesta fue convocada por residentes y comerciantes, hartos de la sensación de abandono y de la escalada de delincuencia en L'Hospitalet y Esplugues.

Una de las vecinas de Hospitalet en la manifestación del 1 de octubre de 2025 SIMÓN SÁNCHEZ

Según vecinos voluntarios de la organización, más de 2.000 personas abarrotaron las calles en una movilización que no tuvo consignas partidistas ni símbolos políticos: solo un clamor vecinal reclamando poder vivir sin miedo. "Una de las normas que pusimos es que no estaban permitidas banderas de ningún tipo", cuenta un miembro de la organización. 

Un barrio en pie

El ambiente era tan reivindicativo como cívico. Familias enteras, ancianos que han visto crecer el barrio, jóvenes con pancartas improvisadas y niños con sus padres ocuparon la plaza antes de la salida.

También había vecinos asomados a los balcones, muchos aplaudiendo al ver pasar la marea de gente.

Manifestantes en la movilización vecinal de Hospitalet del 1 de octubre de 2025 SIMÓN SÁNCHEZ

La organización corrió a cargo de los propios vecinos, identificados con chalecos amarillos. Ellos controlaban los accesos, orientaban el recorrido y repartían pancartas a quienes llegaban.

La imagen era clara: un barrio unido y movilizado para exigir soluciones inmediatas a un problema que, denuncian, condiciona su vida diaria.

Murmullo de indignación compartida 

Durante el recorrido por las calles Maladeta y la Avenida Isabel la Católica se escucharon con fuerza las consignas «El pueblo unido jamás será vencido» y «El pueblo salva al pueblo», además de gritos contra la inseguridad en L'Hospitalet y Esplugues.

Las aceras resonaban con pasos acompasados, pancartas en alto y un murmullo de indignación compartida.

Vecinos de Hospitalet en la manifestación vecinal del 1 de octubre de 2025 SIMÓN SÁNCHEZ

En conversación con Metrópoli, un vecino de casi 80 años, de toda la vida en el barrio, confesó su mezcla de emoción y tristeza: “Me emociona ver a todo mi pueblo unido por una misma causa, pero me da mucha pena en lo que se ha convertido el barrio" dice con resignación el hombre. "Siempre voy a luchar para que L'Hospitalet sea un lugar para todos”, añade.

"No me siento segura caminando por aquí"

Las historias de los vecinos se repetían a lo largo de la marcha. Una mujer relató que a su hija de 30 años la habían intentado robar en dos ocasiones, tirándola al suelo. “Yo voy por la calle agarrando el bolso con cuidado. No me siento segura caminando aquí”, lamentó, al tiempo que reconocía el 'éxito absoluto' de la organización. 

Vecina de Hospitalet en la manifestación vecinal del 1 de octubre de 2025 SIMÓN SÁNCHEZ

Los comerciantes también tuvieron voz. Una tendera explicó que cada noche se acuesta con la incertidumbre de si al día siguiente encontrará la persiana de su ultramarinos rota. “Es muy difícil mantener un negocio así. Muchos comerciantes estamos aquí porque queremos seguridad para trabajar y para vivir”, aseguró.

La percepción de inseguridad sigue creciendo

El malestar vecinal se enmarca en un contexto donde, pese a los operativos policiales coordinados por el Ayuntamiento con la colaboración de todos los cuerpos de seguridad, la percepción de inseguridad sigue creciendo.

Los vecinos denuncian que "los recursos no llegan de forma equitativa" y que el barrio sufre un abandono histórico frente al centro de la ciudad.

Pancarta en la manifestación del 1 de octubre de 2025 en Hospitalet SIMÓN SÁNCHEZ

Este sentimiento, sumado a los episodios de delincuencia que han marcado la vida cotidiana de muchos residentes, ha llevado a la organización de la manifestación.

El objetivo, insisten, no es otro que exigir medidas efectivas y un plan regulador que proteja tanto a los vecinos como a los comercios locales.

Un manifiesto por la convivencia

Al llegar a la plaza del Ayuntamiento, otras decenas de personas esperaban a la marcha pacífica y la multitud se acercó a la puerta del consistorio para repetir los gritos que acompañaron a lo largo de toda la tarde. 

Más tarde, el alcalde de la ciudad, David Quirós, llamó a tres de las personas de la organización para que subieran en ese mismo momento a su despacho. 

Minutos más tarde, rodeado de seguridad, el alcalde bajó a la puerta para escuchar el manifiesto. Una de las vecinas dio un paso y empezó a leer. El silencio, tras horas de ruidos constante, se hacía notar. Una vez terminado el manifiesto, Quirós volvió al consistorio.

Vecina durante la manifestación de Hospitalet el 1 de octubre de 2025 SIMÓN SÁNCHEZ

El texto recogía las principales demandas: más seguridad, un plan de acción que ataje la delincuencia, mayor protección para los negocios y medidas que garanticen la convivencia, salarios justos para la policía y respeto a sus derechos. "No dejemos de exigir lo que es nuestro" concluye la vecina. 

Un momento histórico para el barrio

La indignación cerró la jornada. Uno de los organizadores concluye "nos tenemos que quedar con que la manifestación ha sido un éxito" y añade, además, "esto acaba de empezar". Los aplausos resonaron una plaza del ayuntamiento que poco a poco empezó a vaciarse. 

Más allá de las cifras, la imagen final fue la de un pueblo que salió a la calle para hacerse escuchar y reclamar lo más básico: vivir sin miedo.

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