Montaje de Ricky Rubio con El Masnou de fondo
El pueblo a 30 minutos de Barcelona donde creció y empezó la carrera de Ricky Rubio: "Como jugar en el mejor pabellón del mundo"
Después de retirarse de su carrera profesional, el famoso jugador de baloncesto rehabilitó la antigua pista donde entrenó en el municipio de su infancia
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En el litoral del Maresme se ubica El Masnou, un municipio que bordea Barcelona y ofrece no solo playas, patrimonio marítimo y tranquilidad, sino también las primeras pistas donde Ricky Rubio empezó a forjarse como jugador. Allí, entre olor a sal, aire de mar y esfuerzo cotidiano, nació la pasión que lo convertiría en uno de los talentos más reconocidos del baloncesto español.
Ricky Rubio hizo historia al debutar en la Liga ACB con tan solo 14 años, lo que lo convirtió en el jugador más joven en alcanzar esa hazaña.
A lo largo de su trayectoria acumuló medallas olímpicas, títulos mundiales y europeos, y prolongadas etapas en la NBA. Sin embargo, más allá de los focos y los estadios abarrotados, su corazón permaneció en este municipio costero.
Es allí donde, en 2023, decidió detener su actividad profesional para atender su salud mental.
La pista Pau Casals, reformada por Rubio
Una de las señas más palpables del vínculo de Rubio con su municipio es la rehabilitación de la pista de baloncesto Pau Casals.
Esta pista, deteriorada por el tiempo y el uso, fue intervenida en 2022 por la fundación que lleva su nombre en colaboración con el Ayuntamiento y asociaciones vecinales.
Se refaccionaron no solo el pavimento, sino también el mobiliario, las redes, los bancos y la zona infantil.
En la jornada inicial de esa intervención comunitaria, Ricky Rubio participó activamente, ayudando a colocar tableros, redes, a pintar líneas y, entre el sudor, reconociendo que para quienes crecieron allí ese pabellón era, a su manera, el Madison Square Garden.
Pista Pau Casals en El Masnou
La reforma forma parte de un proyecto más amplio, llamado Community Team, mediante el cual la fundación busca que niñas y niños jueguen al baloncesto mientras desarrollan valores como el trabajo en equipo, la gestión de emociones, la igualdad de género y el respeto.
Un municipio con alma marinera
El Masnou, con una población cercana a los 24.500 habitantes, está ubicado a unos 19 kilómetros de Barcelona.
Tiene sus raíces históricas claramente marcadas por la marina y la agricultura, aunque hoy en día la industria, el comercio y la actividad deportiva han ganado terreno.
Playa del Masnou
Patrimonio cultural
Su carácter marítimo se manifiesta también en su patrimonio cultural. El museo marítimo alberga la memoria de generaciones ligadas al mar, a la pesca y al puerto deportivo, este último considerado de los más relevantes de la comarca.
También destacan la Mina de agua del Masnou, galerías subterráneas que forman un laberinto de casi 27 kilómetros, de las cuales se visita un tramo acondicionado y seguro durante el segundo domingo de cada mes.
La visita ofrece no solo historia técnica, sino la posibilidad de asomarse a cómo se administraba el agua, su distribución y recolección en siglos pasados.
Varias personas disfrutan de la playa de El Masnou, en Barcelona / EFE
La nostalgia
Rubio recuerda la infancia en ese pueblo costero: los primeros partidos de baloncesto en pabellones modestos, entre pelotas mal cuidadas y redes rotas, pero con la ilusión intacta. Él mismo ha contado que esos espacios, a su modo, eran “como jugar en el mejor pabellón del mundo” porque eran suyos.
El rescate del espacio deportivo en El Masnou no responde a la nostalgia, sino a una convicción: que el deporte es también tejido social y que los recuerdos construyen identidad.
