Calles de Mura
El pueblo de montaña más bonito para pasar la Navidad está a una hora de Barcelona: con calles empedradas y un monasterio románico famoso
El mayor encanto de esta localidad se despliega durante las festividades navideñas, cuando las calles dan paso a una exposición al aire libre protagonizada por tions de Nadal convertidos en auténticos personajes de fantasía
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Para quienes buscan una escapada diferente durante las fiestas, hay rincones que parecen diseñados para disfrutar en familia.
Algunos pueblos ya son atractivos por sí mismos, pero en Navidad se transforman y adquieren una atmósfera especial que los convierte en destinos imprescindibles.
La iglesia de Sant Martí en Mura
En el corazón de Catalunya, entre montañas y valles del Bages, se esconde una pequeña joya medieval que sorprende a todos los visitantes.
Sus calles empedradas, las casas de piedra y la serenidad del entorno lo convierten en un refugio perfecto para desconectar.
Una villa medieval que revive en diciembre
El mayor encanto de esta localidad se despliega durante las festividades navideñas, cuando las calles dan paso a una exposición al aire libre protagonizada por tions de Nadal convertidos en auténticos personajes de fantasía.
Casas de Mura entre las rocas
A tan solo una hora de Barcelona, el pueblo de Mura se presenta como una de las poblaciones medievales más bellas de Catalunya. Situado a unos 450 metros de altura, se encuentra en pleno Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac, famoso por el monasterio románico que corona la Mola.
Un viaje al pasado entre piedra y silencio
Con poco más de 200 habitantes, Mura conserva un aspecto que parece detenido en el tiempo. Sus callejuelas estrechas, cuestas empinadas y viviendas centenarias ofrecen una estampa única que enamora a primera vista.
Casa Museu Puig de la Balma a Mura
Uno de sus edificios más destacados es la Iglesia de Sant Martí, situada en uno de los extremos del municipio. El templo, de estilo románico, reúne tres naves construidas en distintas épocas: la primera del siglo XI, otra del XII y la última añadida en 1697.
Fuentes, cuevas y patrimonio natural
El municipio también es conocido por sus numerosas fuentes, entre las que destaca la Font de l’Era, ubicada en una zona de recreo con bancos y mesas. Sobre la fuente se alza una figura de la Virgen con el niño Jesús, esculpida en piedra.
A la entrada del pueblo se encuentra la Cova de Mura, que puede visitarse con reserva previa. La cavidad, horizontal y de unos 180 metros de longitud, fue descubierta a finales del siglo XIX por un campesino de la zona.
Escenarios de cine entre acantilados
A apenas diez minutos del núcleo urbano aparece el espectacular Puig de la Balma, una masía del siglo XII incrustada literalmente bajo la roca.
Este enclave se hizo popular por ser uno de los principales escenarios de la película Pa Negre, ganadora de nueve Premios Goya.
Pueblo medieval Mura
Gestionado por la 26ª generación de la misma familia, el conjunto incluye un pequeño museo con herramientas tradicionales, una capilla del siglo XIV, un restaurante y un alojamiento rural con cinco habitaciones. Un espacio único con casi un milenio de historia.
La Festa del Tió: tradición en estado puro
Durante el mes de diciembre, Mura vive uno de sus eventos más queridos: la Festa del Tió. El tradicional tronco al que se alimenta durante semanas y que “caga regalos” en Nochebuena se convierte aquí en una celebración colectiva cargada de imaginación.
Del 6 de diciembre al 6 de enero, las calles se llenan de tions transformados en personajes de cuento, músicos o incluso Reyes Magos.
Los visitantes pueden pasear por esta exposición al aire libre e incluso votar por el Tió del año, una de las actividades más esperadas por los habitantes y turistas.
