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Más que perros, son su familia. César y Albert son integrantes de la Unidad Canina de la Policía Municipal de Sabadell y su día a día en comisaría no dista mucho de sus rutinas caseras. Porque conviven con los cuatro perros policías de los que dispone el cuerpo local para mantener a raya la delincuencia.

Los animales están adiestrados para la detección de drogas. Son grandes aliados de los agentes humanos en controles o dispositivos, pero también son amigos de ancianos y niños. Procuran formarlos para terapias asistenciales o para acompañamientos en residencias y colegios.

"Estos perros tienen que ser amigables y cariñosos. Juguetones, porque para ellos el entrenar es un juego, pero con disciplina", narra a este medio César, agente de la Policía Municipal.

Leo, uno de los perros de la Unidad Canina de la Policía Municipal de Sabadell Òscar Gil Coy Sabadell

Un perro de caza

Klaus, Kala, Leo y Tino son los canes que forman la unidad. Klaus, el más veterano, tiene ocho años y fue el primero en llegar a los brazos de César. "No te lo esperas porque la gente tiene en mente a pastores belgas malinois. Él es un braco alemán, un perro de caza", explica su guía y dueño, César.

Uno de los entrenos de los perros de la Unidad Canina de la Policía Municipal de Sabadell Òscar Gil Coy Sabadell

Lo abandonaron con cinco meses en la protectora de Terrassa porque, de cachorro, destrozaba todos los muebles de sus antiguos dueños. "Pero con mucha paciencia y amor, se quedó conmigo", dice su amo, que recuerda entre risas lo desastre que Klaus era de pequeño, cuando le mordía "absolutamente todo lo que encontraba" mientras estaba solo en casa.

César y Klaus, binomio de policías en Sabadell Òscar Gil Coy Sabadell

Abandonados o cedidos

La unidad al completo está formada por perros a los que abandonaron o cedieron en algún momento de sus cortas vidas. Kala, la segunda más veterana, es una pastora belga malinois que dejaron atada en una zona boscosa de Sabadell con cuatro meses. Hoy tiene cuatro años y una energía que desborda a cualquiera.

Uno de los entrenos de los perros de la Unidad Canina de la Policía Municipal de SabadellPolicía Canina Òscar Gil Coy Sabadell

La perra sube y baja de la furgoneta donde transportan a los agentes peludos sin problema. Y eso que tienen una rampa de acceso para auparse a las celdas superiores del compartimento trasero. "Pero a ella le da igual la rampa y le da igual todo, salta sin problemas", ríe César.

Uno de los entrenos de los perros de la Unidad Canina de la Policía Municipal de Sabadell Òscar Gil Coy Sabadell

Leo y Tino

El otro pastor belga, Tino, es el más grande de tamaño y, sin duda, el que más impone. Con apenas un año de vida el perro detecta sustancias estupefacientes en segundos. "A él lo cogimos también de cachorro. Conocíamos a sus padres, que eran perros policías en otros cuerpos y nos lo cedieron", cuenta a Metrópoli su guía Albert.

César y Kala, binomio de policías en Sabadell Òscar Gil Coy Sabadell

Pero, sin duda, la joya del equipo es Leo, un border collie bebé que se gana el cariño de grandes y pequeños sin esfuerzo. Su camino está más enfocado a los servicios asistenciales como las terapias. De hecho, su agente, Albert, ya tiene experiencia formando a canes con estos fines.

Papel clave

Más allá del olfato, estos perros desempeñan un papel clave en la prevención y la educación. La Unidad Canina participa activamente en campañas escolares y charlas en institutos para sensibilizar sobre los peligros del consumo de drogas y la tenencia responsable de animales.

Albert Herreros, agente de la Unidad Canina de la Policía Municipal de Sabadell Òscar Gil Coy Sabadell

En 2020, por ejemplo, llevaron a cabo sesiones educativas con jóvenes para hablar de estas temáticas y mostraron en directo cómo trabajan los perros cuando buscan sustancias. 

Personas vulnerables

Además, su labor asistencial ha sido reconocida institucionalmente. La unidad fue premiada por sus buenas prácticas, especialmente por su filosofía de adoptar perros abandonados y darles un nuevo propósito.

También han sido clave para acompañar a personas vulnerables en entornos judiciales: gracias a un proyecto conjunto con el juzgado local y el colegio de abogados, los perros ofrecen apoyo emocional a víctimas o a quienes deben declarar en tribunales.

Uno de los perros policía de Sabadell en la furgoneta donde los transportan Òscar Gil Coy Sabadell

Lección de lealtad

Así, lo que comenzó como un servicio operativo se ha convertido en un puente entre la policía y la ciudadanía. No solo detectan droga: consuelan, enseñan y generan confianza.

Uno de los entrenos de los perros de la Unidad Canina de la Policía Municipal de Sabadell Òscar Gil Coy Sabadell

Para César, Albert y sus compañeros de cuatro patas, cada día es una lección de lealtad, empatía y trabajo compartido.

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