La peste porcina africana (PPA) se mantiene contenida en el área de 6 kilómetros alrededor de Cerdanyola del Vallès, según ha confirmado el conseller de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Oscar Ordeig, en rueda de prensa desde Lleida. Todos los 13 casos positivos detectados hasta la fecha se encuentran dentro de este primer radio, y los análisis realizados en más de un centenar de animales fuera de esta zona han dado mayoría de resultados negativos, según ha explicado el conseller.
Ordeig ha destacado que se han cumplido los “principales objetivos” para la contención y que se está avanzando hacia la reapertura paulatina de los mercados afectados, con expectativas de noticias positivas en los próximos días.
Trabajos de segundo perímetro
A pesar de la contención en el primer radio, la Generalitat mantiene la prudencia y refuerza los trabajos en el segundo perímetro de seguridad, comprendido entre los 6 y los 20 kilómetros del foco inicial. En esta zona, agentes rurales y la Direcció General de Boscos utilizan drones, unidades caninas, trampas, vallas y repelentes para capturar jabalíes, con el objetivo de evitar cualquier posible expansión del virus.
El conseller ha recordado que el país se juega mucho y pide a la ciudadanía cumplir con las restricciones, mientras se refuerzan los puntos de control y la vigilancia en el entorno del brote. Además, ha agradecido la colaboración de la población, que ha hecho más de 1.400 llamadas al 112 relacionadas con la PPA.
Detectados dos casos positivos de peste porcina africana en Cerdanyola (Barcelona)
En paralelo, se están analizando las granjas dentro del radio de 20 kilómetros recomendado por la Unión Europea. Actualmente, se registran 61.500 animales en 55 explotaciones, de los cuales 35.600 son de cebo, y podrán ser enviados progresivamente al matadero para consumo humano, sin realizar vaciados sanitarios.
Auditoría externa
Ordeig también informó sobre la auditoría al IRTA, que será comunicada en los próximos días, y ha reiterado la importancia de actuar con prudencia y rigor antes de sacar conclusiones sobre posibles fallos de bioseguridad.
