La nueva ubicación provisional del mercado de la Estrella será en el parque de los Jardins del Baix Guinardó. Una decisión 'in extremis' que ha causado un gran revuelo vecinal a aquellos que ven la degradación del barrio en dicha resolución municipal. Metrópoli ha podido hablar tanto con los residentes de la zona como con los paradistas, que han mostrado su indignación con la localización provisional del mercado.

El mercado de la Estrella es histórico en Barcelona. Abrió sus puertas por primera vez hace 66 años en la calle de Pi Maragall número 73, en el barrio del Camp d'en Grassot i Gràcia Nova. Se trata de un edificio adosado con una estructura y cierres de hormigón con una superficie total de 1.651 metros cuadrados. Desde su creación, se han hecho dos reformas estructurales, una a finales de la década de los 80 y, la última, en la de los 90.

REFORMA URGENTE

Gracias a una fuga de agua durante la construcción de una promoción de viviendas colindante, pudieron comprobar que el recinto tenía graves problemas estructurales y que se tenía que hacer una reforma urgente. Según un informe de l'Institut de Mercats Municipals, se ha detectado amianto en la cubierta y presenta elementos que pueden poner en riesgo la seguridad de los paradistas y clientes.

Entrada al mercado de l'Estrella de Gràcia / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

En octubre de 2021, la entidad explicó al Ayuntamiento que la reforma se tenía que hacer a corto plazo, pero ha pasado un año y medio y aún no han empezado. Esto se debe a que ha sido muy complicado encontrar una ubicación para el traslado de los comerciantes. Durante el proceso, han visto amenazados sus negocios, ya que el consistorio no era capaz de encontrar un sitio provisional para las 28 paradas que abarca el recinto.

JARDINS DEL BAIX GUINARDÓ

Después de meses pensando en la ubicación ideal, acabaron dando luz verde a la carpa provisional en los Jardins del Baix Guinardó. Esta decisión ha causado discrepancias tanto para los paradistas como para los residentes. Sònia Parladé, de 24 años, es una de las múltiples vecinas que no está de acuerdo con la nueva localización del mercado de la Estrella, que se hará efectiva en julio de 2024 y que durará, aproximadamente, dos años y medio.

"Sabía que querían cambiar el mercado de sitio, pero no que lo querían poner en el lago. Me parece mal, el parque es un sitio para tener contacto con la naturaleza y me gusta. ¿Qué va a ser de los patos que viven ahí? La poca fauna que tenemos la van a eliminar. Hay muchas alternativas y espacios en el Guinardó, no entiendo por qué nos tienen que quitar el poco espacio verde que tenemos", concluye la mujer.

El lago de los Jardins del Baix Guinardó será la nueva ubicación del mercado de la estrella / MA

 

"NO ES LA MEJOR OPCIÓN"

Lourdes Vico, presidenta de la Associació dels Paradistes del Mercat de l’Estrella, asegura que no tienen otra alternativa y lamenta que el consistorio no los tenga en cuenta para la toma de decisiones. Según su punto de vista, "es un parque, está claro que no es la mejor opción, pero se supone que no hay más sitios donde ubicarlo. Las personas que se quejan son un grupo muy reducido y la mayoría de ellos ni siquiera son usuarios del mercado". 

Vico ha querido transmitir un mensaje de calma a los vecinos de la zona: "No nos vamos a quedar para siempre en el parque. Es una decisión temporal. Además, el lago se tiene que vaciar igualmente como medida para hacer frente a la fuerte sequía, independientemente de si nos instalamos ahí o no". No obstante, los afectados tienen miedo de que el consistorio alargue aún más las obras y que se acaben quedando en los Jardins de manera indefinida.

UBICACIÓN PROVISIONAL

Una vecina que vive justo en frente del parque, que ha querido preservar su anonimato, ha mostrado su desacuerdo con la decisión unilateral del Ayuntamiento y su falta de confianza en que se trate de una ubicación provisional: "Lo van a poner aquí y ya no lo van a sacar nunca más. Esto se ha organizado muy mal. Un parque no es un lugar donde se tenga que poner un mercado, hay 50 ubicaciones más óptimas para ello".

Tanto paradistas como vecinos coinciden en que la zona idónea es donde se están haciendo las obras de Pi i Maragall, en frente del mercado. No obstante, el Institut Municipal de Mercats tumbó la propuesta alegando que la calle era demasiado estrecha. Los vecinos dieron más alternativas: en la zona de las petancas del parque de Les Aigües, pero también obtuvieron una respuesta negativa: la entidad municipal consideraba peligroso que los clientes tuvieran que cruzar la Ronda del Guinardó por el riesgo de sufrir un accidente.

Estanque de los jardines del Baix Guinardó de Barcelona, donde se ubicará el mercado de la Estrella / ARCHIVO

SALVEM EL PARC

No obstante, según Francisco José Garcia, miembro asociación Salvem el Parc, en la última reunión de distrito, el responsable de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, aseguró que el cruce que hay entre la calle de Lepant y la Travessera de Gràcia, uno de los puntos clave para acceder al parque, es una de las zonas del barrio donde hay más accidentes de tráfico.

"Este lago es una reserva natural, hay dos patos que vienen a criar. No estamos en contra de la gente del mercado, pero no pueden sacrificar este espacio verde. Precisamente en el barrio nos faltan lugares de este tipo. Tienen ganas de destruir el Baix Guinardó", lamenta una de las fuentes consultadas, completamente en contra de la nueva ubicación del mercado de la Estrella.

COMERCIO DE PROXIMIDAD

Conchi Diéguez, vecina del distrito, es una de las pocas fuentes consultadas que se muestra a favor de la nueva ubicación. "Un mercado siempre es algo bueno para los vecinos. No es un capricho. Necesitamos comercio de proximidad en el barrio y la localización es muy cercana a la original. Además, el lago está muy sucio y no aporta nada. Todo el mundo está muy preocupado por los patos, pero estos se pueden trasladar a un lugar mejor", dice la mujer.

Lo cierto es que casi nadie está contento con la nueva ubicación, ni vecinos ni paradistas. Octavi Martín, pescadero del mercado de la Estrella cree que van a tener pérdidas económicas. "Muchos de nuestros clientes son personas mayores. Para llegar al parque, hay mucha bajada que después tendrán que subir cargados. Nosotros no tenemos la culpa de esta situación, las quejas tienen que ir al Ayuntamiento, que es quien ha decidido todo sin tenernos en cuenta", concluye.

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