Los mandatos de los comunes al frente de la alcaldía de Barcelona han supuesto un lastre para la movilidad rodada de la capital catalana. El urbanismo táctico y otras actuaciones de esta índole realizadas por toda la ciudad han desencadenado un perjuicio para los automóviles.
El ámbito de la superilla de Horta fue una de las ubicaciones en las que se generó una de estas problemáticas. En verano de 2021, el Ejecutivo local de Ada Colau modificó el sentido de circulación de diferentes calles de la zona, como las de Lloret de Mar, Carles Collet, Venècia y Campoamor. Estos cambios, especialmente el de la última vía, conllevaron un colapso circulatorio en el entorno de los centros educativos FEDAC Horta, Regina Carmeli y Mare Nostrum, una situación recurrente en horas punta.
Consciente de esta realidad, el PSC defendió la reversión de algunos cambios para facilitar la movilidad en la zona, una propuesta que fue rechazada por los comunes. Con el actual gobierno socialista en solitario, Jaume Collboni ha retomado la cuestión y ha dado luz verde a unas modificaciones para poner fin al conflicto.
Cambios de sentido
El gobierno municipal ha dado su beneplácito a dos cambios de sentido en vías del ámbito de la superilla, concretamente en las calles de Campoamor y de Eduard Toda. Al tratarse de una aprobación inicial, se pueden presentar alegaciones a la iniciativa.
A finales del pasado mandato, la entonces regidora de Horta-Guinardó, Rosa Alarcón, explicó a Metrópoli la necesidad de "repensar bien cómo reorganizar la movilidad en la superilla de Horta". En este aspecto, reconoció que la modificación generó “un problema importante en la calle de Lloret de Mar y en la calle de Carles Collet”, e incidió en “revertir” el sentido de la calle de Campoamor.
La postura de los socialistas fue compartida por toda la oposición, en defensa de una mejor circulación en la zona. ERC, eso sí, condicionó la recuperación del sentido original en la calle de Campoamor a la instalación de un “control de acceso mediante un sistema de cámaras” para “priorizar la circulación de los vecinos”.
Rechazo de los comunes
Los comunes fueron la única formación del consistorio que expresó su discrepancia de este posicionamiento. El partido liderado por Colau se mantuvo en el inmobilismo para no revertir el sentido en la calle de Campoamor.
La decisión de BComú tuvo su firme defensor en Víctor Valls, consejero de la formación en el distrito de Horta-Guinardó durante el pasado mandato que se negó a revertir este cambio en la superilla y se quedó solo al defender que las modificaciones habían resultado positivas.
Forzado por Junts
En el pleno de distrito de Horta-Guinardó celebrado el pasado mes de noviembre, se aprobó un ruego de Junts para revertir el sentido de la calle de Campoamor y estudiar los de las calles de Venècia, Lloret de Mar y Carles Collet.
Presentada por la consejera Lina Huélamo, la iniciativa de la formación reclamó al gobierno municipal que llevara a cabo los cambios en un plazo de dos meses "para dotar de una mayor fluidez al tráfico en Horta". El Ejecutivo local ha demorado medio año esta aprobación inicial.
Aprobación definitiva
La reversión del sentido de las calles de Campoamor y de Eduard Toda no será inmediata. La luz verde que ha recibido la iniciativa deberá confirmarse con la aprobación definitiva del proyecto. De lo contrario, ambas vías mantendrán su sentido de circulación actual.