Calle de Aiguafreda en una imagen de archivo

Calle de Aiguafreda en una imagen de archivo

Horta - Guinardó

La callejuela con encanto de Barcelona que conserva pozos de agua y lavaderos antiguos: la más peculiar

La burguesía barcelonesa decidió dar la ropa para lavar a las lavanderas de esta calle, un servicio que poco a poco se fue incrementado

4 agosto, 2024 11:21

Las calles de Barcelona deslumbran con un encanto inigualable, mezcla perfecta de historia, arte y modernidad. Pasear por sus avenidas es recorrer siglos de historia, desde la majestuosa arquitectura gótica del barrio Gòtic hasta las innovadoras obras de Gaudí que salpican la ciudad con formas y colores únicos. Las Ramblas vibran con la energía de turistas y locales, llenas de vida, mientras que el encanto bohemio del barrio de Gràcia invita a descubrir pequeñas tiendas y cafés acogedores. Los olores de la cocina mediterránea que emanan de los restaurantes y el bullicio de los mercados, como La Boquería, crean una atmósfera vibrante y multisensorial. Cada rincón de Barcelona cuenta una historia, cada calle es una invitación a explorar y maravillarse con una ciudad que sabe fusionar tradición y vanguardia con una elegancia singular.

Más allá de las emblemáticas Ramblas y el icónico paseo de Gràcia, Barcelona esconde tesoros menos conocidos que capturan el corazón de quienes se aventuran a descubrirlos. Un ejemplo encantador es la calle Aiguafreda, ubicada en el distrito de Horta-Guinardó.

La calle de las lavanderías

Esta pintoresca callejuela, con sus casitas bajas y jardines adornados con flores, parece transportarnos a una época pasada, conservando la esencia de la vida tradicional barcelonesa. Aiguafreda, con sus vestigios de antiguas lavanderías y un ambiente tranquilo que contrasta con el bullicio del centro, ofrece una visión diferente de la ciudad, mostrando que Barcelona guarda secretos encantadores en cada uno de sus rincones.

Vista panorámica de la calle Aiguafreda, de Horta, que conserva los antiguos lavaderos

Vista panorámica de la calle Aiguafreda, de Horta, que conserva los antiguos lavaderos METRÓPOLI

Según cuenta la tradición, los lavaderos servían para hacer la colada de la gente acomodada de Barcelona y que son los restos arquitectónicos de una forma de vida de la denominada “industria de las lavanderas de Horta”.

Su historia

Una tradición que dicen, proviene del siglo XVII cuando en la Barcelona amurallada y con falta de agua y espacio, la burguesía decidió dar la ropa para lavar a las lavanderas de Horta, un servicio que poco a poco se fue incrementado hasta llegar, a principios del siglo XVIII, a ochenta pequeñas industrias que los lunes recogían la ropa y la devolvían los sábados después de un amplio proceso de limpieza, una práctica que se extendió hasta el principio del siglo XX.

Detalle de la calle Aiguafreda, en Horta

Detalle de la calle Aiguafreda, en Horta METRÓPOLI

Aiguafreda es una calle que parece de acceso privado, pero no lo es. Aunque, ojo, esto no nos da derecho a pasear como si fuese el pasillo de casa. Los vecinos que habitan las viviendas de Aiguafreda son tan merecedores de descanso como tú cuando estás en la tuya