A tan sólo cuatro días de la 11ª edición de los Premios Gaudí, hablamos con David López, protagonista de Silencio por favor, film nominado a mejor cortometraje. El actor nos cuenta como vive esta experiencia y de que manera sobrevive en un mundo totalmente competitivo como lo es el cine.
Silencio por favor llegó a su vida de una manera inesperada, su amigo Carlos Villafaina planteó el corto como un proyecto académico y no dudó en confiar en él para interpretar a su ‘alter ego’. Ellos dos se conocían de trabajos anteriores y había muy buen feeling: "Él quería alguien que encarnara la rabia contenida por la injusticia y le parecí el adecuado".
El corto es una historia que habla sobre las dificultades que representa tener a alguien en la familia con una parálisis cerebral, las diferentes maneras de afrontarlo y de darse cuenta de que todo el mundo tiene su propia lucha personal. A David le ha marcado significativamente este proyecto, tanto en lo profesional como en lo personal: "Evidentemente cuando conoces realidades humanas con las que no habías convivido nunca y de pronto las puedes ver de cerca es sorprendente. Acercarte a una persona que ha vivido y vive así te hace ver las cosas distintas”. “Las personas somos espejos y cuando te pones delante de uno que te hace ver cosas tan extremas te transforma".
El actor de 'Silencio por favor' David López / HUGO FERNÁNDEZ
Aunque comenzó siendo un proyecto de tercero de carrera, el cortometraje ha llegado muy lejos, ha conseguido varios premios en diversos festivales internacionales, entre los cuales se encuentran el Medina Film Festival y el Festival Internacional de Cine de Almería. Ha sido un reconocimiento mucho mayor del que esperaban: “Normalmente cuando haces un corto contratas a una distribuidora para que lo mueva por festivales y lo que ha pasado es que ha sido muy valorado”.
David considera que este proyecto cinematográfico tiene algo que no tienen las películas que tratan las discapacidades: “En el cine la forma más habitual con la que se tratan estos temas es desde un punto condescendiente o paternalista, no creo que haya mala intención pero es algo un poco envenenado. Resaltan que alguien es inferior y que por eso hay que ayudarle”. Cree que ahí reside la clave del éxito de la producción: “Las conclusiones que vamos sacando es que es algo honesto, somos conscientes de que no es el mejor cortometraje que podemos hacer, pero tiene esa verdad que al parecer falta”, “es importante esa honestidad de contar que tener un hermano con parálisis cerebral puede suponer una carga en tu día a día, creo que es una manera muy valiente de poner el grito en el cielo y de dar voz a esas familias”, asegura David.
EL TRIUNFO TRAS EL TRABAJO BIEN HECHO
Están nominados a mejor cortometraje de ficción en los Goya y en los Gaudí, una sensación emocionante para todo el equipo, aunque el joven actor prefiere interpretarlo de una forma más retrospectiva: “Nos han educado de una manera en la que los premios pesan en cierto modo: en tu propia valoración del trabajo y en tus energías para continuar”. “El mayor premio en este sentido es estar allí y si ganamos o no ganamos no creo que cambie mucho. Evidentemente creo que si lo conseguimos será un pico de euforia, pero lo sustancial, que consideren que tenemos que estar allí y la visibilidad que eso da es lo más importante”.
Este no es su primer papel, David López cuenta con un largo camino como actor a pesar de su temprana edad, 25 años. El barcelonés ha trabajado en diversos cortos y varias obras de teatro y creyó llegar a la cima cuando participó en Apaches, una serie de Netflix internacionalmente conocida. Pero ahora, desde una perspectiva lejana ve las cosas diferentes: “La experiencia de rodar algo como Apaches, una serie en la que se invirtió mucho dinero y muchos medios, es muy buena, aprendes muchísimo, pero la sensación no es tan gratificante a nivel artístico”. “A partir de ahora apostaría por contar cosas y meterme en proyectos que realmente me interesen”.
EL DESPUÉS DEL RECONOCIMIENTO
Tras el triunfo de Silencio por favor muchos podrían pensar que le llueven las ofertas, y aunque ya le han insinuado algunas, el cambio ha sido otro: “Ha confirmado mis ganas de dedicarme a esto, pero me he dado cuenta de las maneras que hay de encarar esta profesión”. “Es muy bonito ver como cosas así caminan, pero igual ganarse la vida en el mundo de la interpretación implica no hacer siempre proyectos en los que crees tanto”.
Durante mucho tiempo, y al igual que otros actores, David ha tenido que ver como algunos de sus compañeros alcanzaban el triunfo más rápido que él. Ahora, que contempla la situación desde la madurez y la lejanía del momento, hace una reflexión de los sentimientos que sienten los actores durante su carrera: “Estaría mintiendo si dijera que no existe esa frustración, es verdad que llevo un tiempo conviviendo con esas sensaciones”. “En un principio las sentí muy adentro, pero es ahí donde tu haces el proceso, creces y entiendes que el éxito es relativo, y para mi es estar haciendo lo que quieres hacer”.
David López en una de las calles del centro de Barcelona / HUGO FERNÁNDEZ
Cuando habla de compañeros que ahora mismo trabajan en grandes producciones lo hace con cariño y orgullo. Considera que son grandes oportunidades, pero que eso no les convierte en mejores o peores en su profesión: “Participar en un proyecto muy visto te lleva a entrar en esa rueda de la visibilidad, no eres mejor o peor actor, simplemente te están viendo trabajar”.
Aunque está en el mejor momento de su carrera, David ha empezado a estudiar cine, una apuesta que le llena de emoción, pero que plantea como un plan B: "He decidido empezar a estudiar dirección de cine, creo que tiene mucho que ver con haber estado metido en un proyecto. Este me ha acabado de dar el empujón definitivo, no sólo en mi interés de seguir como actor, sino también de explorar la interpretación de otra manera". "No pienso mucho en el futuro, pero si que tengo claro que lo más importante es ganarse el pan. Actualmente trabajo vendiendo entradas en un cine y me encanta, eso me ha hecho ver que no tendría ningún problema en dedicarme a otras cosas, pero sólo si están relacionadas con la interpretación".